lunes, 21 de diciembre de 2009

Rememberig Andre Gunder Frank while thinking about the future

"Cuelgo en link a un interesante articulo de Immanuel Wallerstein sobre las posibles bifurcaciones y viables acciones desde la izquierda en esta época de transición historica. Está en inglés, pero merece mucho la pena echarle un vistazo.

http://www.monthlyreview.org/080630wallerstein.php"

-(09')-


LUEGO, escriban AQUÍ el resto del post

jueves, 3 de diciembre de 2009

Impresiones comunicacionales

"por Rena-Quitu

Ya van dos meses desde mi regreso a Ecuador, y desde el principio he ido notando como ha ido cambiando mi país durante este año de mi ausencia, el como un proceso político social ha ido impregnando a varios sectores, y como han reaccionado otros.
Sin tomar una posición en defensa del gobierno de Alianza País, si quisiera hacer notar que este proceso, en su mayor parte conflictivo, ha producido un cambio cualitativo en la conciencia de las personas sobre los distintos actores políticos y económicos que pretenden o mantener su poder o asegurarlo."

Esto ha llevado a que muchas máscaras sean removidas, por lo que muchos personajes o instituciones ahora no pueden ocultar sus ideologías y sus intenciones políticas. Y está bien. Lo que me sorprende es que últimamente en varios medios de comunicación (escritos, radio o TV), he podido leer, oir o ver reportajes y análisis críticos con el gobierno actual, especialmente con su gestión económica.

Para muestra, hoy leo un editorial en el diario de mayor tiraje nacional, y me encuentro con lo que podría ser el primer negacionista del neoliberalismo y de la deuda externa, que en su intento de desmitificar la economía ecuatoriana, termina creando unos nuevos. Me pregunto cuanta gente en verdad caerá por eso.

En otro extremo encuentro en otro diario, esta vez público, otro editorial que arma un diagnóstico y una posible nueva hoja de ruta al proceso político en esta nueva etapa postelectoral, luego de casi 3 años repletos de elecciones. Aunque critica suavemente lo que ha sido hasta hoy el estilo de gobierno, este utiliza argumentos más elaborados para sugerir lo que podría ser un estilo alternativo y necesario.

Traigo todo esto, en medio del debate de la creación de la Ley de Medios de Comunicación en la Asamblea Nacional, en la que se “pretende” el garantizar el derecho a la comunicación e información precisa y comprobada, y regular el acceso a los diferentes medios por parte de todas y todos los ciudadanos. Obviamente los grandes medios de comunicación privados ya están desplegando todas sus armas para que esa ley sea archivada, ya que dicen atenta en contra de la libre expresión, y que la autoregulación es un sistema adecuado. Lástima que hoy en día la libertad de expresión se entienda también por libertad de no decir la verdad, y la autoregulación simplemente un eufemismo para mentir.

Dicen que cada pueblo tiene el gobernante que se merece, pero lo que en verdad quisiera saber es que hemos cometido como para merecer a estos medios.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Violencia hacia la mujer: parte inherente del sistema patriarcal y capitalista

"por Marcha Mundial de las Mujeres *
tomado de Adital.org.br

La violencia hacia las mujeres es estructural, es una propiedad inherente de los sistemas patriarcal y capitalista, y es usada como una herramienta de control de la vida, cuerpo y sexualidad de las mujeres por hombres, grupos de hombres, instituciones patriarcales y Estados. A pesar de que afecta a las mujeres como grupo social, cada violencia tiene un contexto específico y tenemos que comprender cómo, cuándo y por qué ocurre la violencia hacia las mujeres."

La idea general sobre la violencia hacia las mujeres es que se trata de una situación extrema o localizada, involucrando a personas individuales. Pero ella nos toca a todas, pues todas ya tuvimos miedo, cambiamos nuestro comportamiento, limitamos nuestras opciones por la amenaza de la violencia. Otra idea es que la violencia hacia las mujeres es sólo un problema de las clases bajas y de las culturas "bárbaras". Sin embargo, también sabemos que ese tipo de violencia es transversal y que atraviesa todas las clases sociales y diferentes culturas, religiones y situaciones geopolíticas.

A pesar de ser más común en la esfera privada -como violencia doméstica, sea ésta sexual, física, psicológica o abuso sexual- la violencia hacia las mujeres y niñas ocurre también en la esfera pública, que incluye (pero no se limita a): feminicidio, acoso sexual y físico en el lugar de trabajo, diferentes formas de violación, mercantilización del cuerpo de las mujeres, tráfico de mujeres y niñas, prostitución, pornografía, esclavitud, esterilización forzada, lesbofobia, negación del aborto seguro y de las opciones reproductivas y autodeterminación , etc. El silencio, la discriminación, la impunidad, la dependencia de las mujeres en relación a los hombres y las justificaciones teóricas y psicológicas toleran y agravan la violencia hacia las mujeres.

La violencia, la amenaza o el miedo a la violencia, son utilizados para excluir a las mujeres del espacio público. Las mujeres pagan con sus vidas por trabajar en la esfera pública en lugar de quedarse en casa como lo dictamina la cultura patriarcal, por ir a la escuela o a la universidad, por "atreverse" a vivir su sexualidad abiertamente, por prostituirse a ellas mismas por falta de opciones. En un contexto de criminalización de los movimientos sociales, la represión contra mujeres activistas involucradas con la lucha muchas veces toma la forma de violencia sexual. Además, la discriminación contra las mujeres se compone por la intersección de diferentes formas de opresión: ellas son discriminadas por ser mujeres, pero también por su color de piel, lengua, raza, etnia, clase social (y situación financiera), religión, sexualidad...

La raíz de la violencia hacia las mujeres está en el sistema patriarcal y el capitalismo, que imponen una necesidad de control, apropiación y explotación del cuerpo, vida y sexualidad de las mujeres. El patriarcado funciona a través de dos principios: la noción que las mujeres son propiedad de los hombres (y por eso las mujeres estarían al servicio de los hombres y no podrían decirles que no nunca) y la división de las mujeres en dos categorías: "santas" y "putas". Como parte de ese sistema, la violencia es la punición para aquellas que no se encuadran en el papel de la "santa" buena madre y esposa. Por ejemplo, es común que los hombres justifiquen que agredieron, verbal o físicamente, a sus esposas porque la comida no estaba lista o porque la ropa que querían ponerse no estaba limpia. También es un castigo para aquellas que son consideradas "putas" y los agresores y la sociedad justifican la agresión diciendo que la mujer estaba caminando sola de noche, o porque son lesbianas y se les debe enseñar a ser heterosexuales, o porque la ropa que la mujer usaba no era decente.

Como parte de la cultura patriarcal, la masculinidad está asociada a la agresividad, y a los jóvenes se les enseña que ser violentos (y no mostrar emociones) es ser un "verdadero hombre", empujándolos -en algunos casos- a unirse a bandas sexistas o racistas. Nuevas formas de violencia con respecto a jóvenes mujeres, como asedio sexual hacia las estudiantes y violencia de grupos en las escuelas, se revelan y crecen cada día. Las mismas instauran relaciones y divisiones sexistas de papeles entre jóvenes mujeres y hombres sin que haya cualquier discusión pública sobre esos estereotipos devastadores. La noción impuesta por el patriarcado de que las mujeres son la propiedad de los hombres incluye también un aspecto económico que se expresa en la unión entre el patriarcado y el capitalismo, imponiendo una división sexual del trabajo con roles "naturales" para mujeres y hombres. De esta forma, las mujeres son caracterizadas como mano de obra muy barata siempre disponible para el cuidado de los otros y para todo el trabajo que esto implica. Así, asistimos a dos niveles de dominación de las mujeres dentro de los sistemas patriarcal y capitalista: por un lado, hay una explotación del trabajo de las mujeres y, por otro, la violencia como herramienta para mantener la dominación del hombre. Y, por lo tanto, no podemos hablar en la erradicación de la violencia hacia las mujeres sin demandar la erradicación de los sistemas patriarcal, capitalista y colonialista.

La violencia contra las mujeres y la misoginia son intensificadas en la medida en que los actores y políticas de la globalización neoliberal se afianzan en la economía. El feminicidio[1] aumenta cuando se promueven y firman acuerdos de libre comercio en las Américas (como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte - NAFTA en inglés, bajo el cual los lugares de trabajo, como las fábricas, aprovechan de la flexibilidad de las leyes laborales y ambientales): un gran número de mujeres mexicanas son asesinadas, por ejemplo, cuando cruzan la frontera con los Estados Unidos y en la propia ciudad fronteriza de Ciudad Juárez. El ataque a los derechos reproductivos y a los servicios de salud ha ido en aumento a medida que los servicios sociales se han ido privatizando o se les ha recortado el presupuesto. Cada vez más, son traficadas mujeres cada vez más jóvenes, a medida que se globaliza la industria sexual. Las mujeres son violadas en guerras desatadas en nombre de la "propagación de la libertad" y en las invasiones realizadas por potencias extranjeras (como la invasión americana a Afganistán) que se "justifican" en nombre de la defensa de los derechos de las mujeres.

¿Cómo podemos luchar contra la violencia hacia las mujeres?

En muchos países ya hay leyes y convenciones internacionales como la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW en inglés) que "protegen" a las mujeres, pero no son suficientes, porque muchas veces ni siquiera son aplicadas en la práctica. Aún más, estas leyes y convenciones ponen el foco de la violencia en las mujeres, como si fuera nuestro problema, con el cual tenemos que lidiar, cuando -por el contrario, y como hemos visto anteriormente- necesitamos cuestionar el papel de los hombres en la violencia y denunciar el hecho de que la violencia es estructural.

Sabemos que las medidas punitivas son necesarias, pero insuficientes para erradicar la violencia; en aquellos países donde existen es difícil que lleguen a las mujeres que no pertenecen a la categoría clase media, urbana y blanca. Tenemos que exigir que nuestros Estados se hagan responsables, demandar políticas públicas para las sobrevivientes de violencias, para las mujeres y niños traficados, para los grupos minoritarios (mujeres de color, de determinada religión, etc.), para las mujeres rurales, migrantes e indígenas. Pero además, son necesarias acciones que busquen prevenir y que cohíban los actos de violencia antes de que ocurran.

Tenemos también que discutir el rol de los gobiernos y del Estado. Hoy día el Estado es simultáneamente protector y opresor, a la vez portador del interés general y defensor de los privilegios, y patriarcal y violento (contra las mujeres, pueblos indígenas, migrantes, personas de color[2]). Incluso la policía que hace cumplir muchas de las políticas que demandamos, a su vez es la misma que perpetra la violencia hacia las mujeres, reprime a los movimientos sociales y es parcial en términos sociales y raciales. Reconocemos la contradicción inherente de esta situación, pues el hecho es que, para muchas mujeres, contar con el Estado, que representa un poder exterior y superior, es la única forma que tienen para defenderse contra la violencia en sus comunidades y familias.

Por el contrario, el Estado que nosotras demandamos es aquel que promueva las libertades y derechos para todas y todos, que intervenga en la economía y que esté estructurado con formas diversificadas de democracia participativa y control ciudadano.

Las mujeres siempre han resistido, y siguen resistiendo, en el ámbito individual y colectivo. Siempre que una mujer actúa de esa forma, al desafiar o denunciar la violencia contra ella misma o mujeres de su comunidad, está rompiendo con el paradigma dominante. Necesitamos apoyar su resistencia al condenar y denunciar a los hombres que cometen violencia contra las mujeres, y confrontar públicamente a los hombres y a la sociedad sobre el tema de la violencia hacia las mujeres. También debemos denunciar la complicidad de hombres, Estados e instituciones tales como las fuerzas armadas y religiones. Necesitamos movilizar a la sociedad civil, pensar estratégicamente y promover acciones radicales para la prevención y denuncia de la violencia masculina contra las mujeres. En ese proceso, las mujeres del sector no lucrativo -que brindan servicios que son esenciales para el empoderamiento y atención de las mujeres- y movimientos locales fuertes -donde las mujeres de las comunidades son protagonistas- juegan un papel decisivo.

Nosotras de la Marcha Mundial de las Mujeres queremos generar un debate y una acción política amplia que promueva cambios en nuestras culturas patriarcales y se anticipe a la realización de la violencia, siendo verdaderamente preventiva. Ya se conoce la extensión y la intensidad de la violencia, entonces, no es necesario esperar que exista más una denuncia, sino tener ese tema en la agenda de los grupos de mujeres, en las organizaciones mixtas, en las radios comunitarias, en los periódicos y medios de comunicación de los movimientos. Para eso, creemos que el movimiento feminista debe construir una fuerte y amplia auto-organización de las mujeres luchando por la autonomía (económica, sexual, reproductiva, personal, etc.) y la autodeterminación.

Los grupos de mujeres se fortalecen a través de encuentros de diálogo, debates, manifestaciones, trabajos corporales de auto-defensa. El objetivo no es ubicar a la violencia sexista como un problema de algunas mujeres, sino fortalecernos a todas, aprendiendo y reaprendiendo a resistir, a construir y reconstruir nuestras vidas sin violencia.

Valorizamos como un paso importante en esta lucha el hecho de que movimientos sociales mixtos -que sean urbanos o rurales- se dispongan a enfrentar a la violencia contra las mujeres. Para este fin, declaramos nuestra solidaridad con la Vía Campesina en su "Campaña Mundial por el fin de la Violencia contra las Mujeres" que fue lanzada en su 5ta Conferencia Internacional realizada en Mozambique en octubre de 2008. Reconocemos la importancia de que tanto mujeres y hombres se ocupen de responsabilizar a los hombres por la violencia contra las mujeres.

Frente a la violencia hacia las mujeres, demandamos:

§ La adopción de medidas que indiquen el compromiso de los diversos actores para reconocer a las mujeres como individuos y ciudadanas de pleno derecho desde la infancia. Por ejemplo: la utilización de lenguaje inclusivo en materiales didácticos, la promoción de una educación no-sexista que rompa con la división sexual e jerárquica de roles entre niños y niñas, campañas de concienciación popular y la garantía de espacios de participación política;

§ El apoyo con recursos a los movimientos de mujeres y grupos de mujeres sin fines de lucro, que están al frente en el soporte de las que se recuperan de discriminaciones, abusos y violencias;

§ La atribución de responsabilidad a los medios comerciales como portavoces de los sistemas patriarcal y capitalista por la continua mala representación, apropiación y abuso del cuerpo femenino;

§ La prevención de la violencia hacia las mujeres y niñas por medio de actividades de sensibilización, explicitando cómo ocurre la violencia, cuáles son sus causas, y cómo se manifiesta, así como por medio del estimulo a la auto organización de las mujeres;

§ La condenación del uso sistemático del cuerpo de las mujeres como arma de guerra en conflictos armados, así como el rechazo que ellas enfrentan (y los niños nacidos producto de violaciones) de parte de sus familias y comunidades, siendo culpadas por la violencia que han sufrido;

§ La punición de los perpetradores de la violencia - sea en la esfera privada, sea en la esfera pública - hacia las mujeres.

Y nos comprometimos a:

§ Denunciar las distintas expresiones de la violencia patriarcal hacia las mujeres en los diversos países, como (pero no limitado a), el feminicidio, las mutilaciones genitales, el levirat - sororat[3], ‘crímenes de honor", turismo sexual, tráfico de mujeres y niñas, esterilización forzada y las situaciones de violencia vividas por las mujeres comprometidas con las luchas, las mujeres encarceladas, las lesbianas y las mujeres con discapacidades;

§ Trabajar para transferir hacia los hombres perpetradores de la violencia el estigma que actualmente recae sobre las mujeres víctimas;

§ Denunciar la mercantilización del cuerpo de las mujeres y continuar el debate sobre la prostitución, especialmente por ocasión de la Copa Mundial de Fútbol en 2010;

§ Dar visibilidad a todas las formas de resistencia de las mujeres a la violencia sexista, sobre todo en ámbito colectivo, y de esta forma romper la cultura del silencio en nuestras comunidades que rodean a esta violencia;

§ Combatir la violencia a través de acciones de sensibilización junto a movimientos sociales aliados, y campañas de educación popular que favorezcan la concienciación feminista;

§ Hacer visibles los vínculos entre las políticas patriarcales que perpetúan la violencia contra las mujeres (tales como la impunidad para los agresores, la negación de la autodeterminación reproductiva, criminalización de mujeres activistas, prohibición del aborto, etc.) y actores y políticas neoliberales. Llamar la atención sobre el feminicidio, por ejemplo, y sus vínculos con los acuerdos de libre comercio;

§ Trabajar en alianza con movimientos sociales mixtos (en los cuales hombres y mujeres participan) para garantizar la construcción de un ambiente en el cual la violencia contra las mujeres no sea aceptable (y de espacios físicos libres de violencia) como principio rector de estos movimientos.

[*Texto referente al campo de acción "Violencia hacia las mujeres", de subsidio a la preparación de la Tercera Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres. Los textos de todos los campos de acción están disponibles en castellano, inglés y francés en el sitio de la MMM: http://www.marchemondiale.org]

Notas:

[1] El misógino y excepcionalmente brutal genocidio de mujeres, muchas veces acompañado por violencia sexual extrema e impunidad para sus agresores.
[2] Por ejemplo, en 2007, la tasa de encarcelamiento en prisiones estaduales o federales en EEUU, de hombres blancos fue de 773 sobre 100,000, de hombres negros 4,618 sobre 100,000, de hombres hispanos 1,747 sobre 100,000. La tasa de mujeres blancas es 95 sobre 100,000, de mujeres negras 348 sobre 100,000, de mujeres hispanas 146 sobre 100,000 (Sabol, William J., Couture, Heather, Bureau of Justice Statistics, Prison Inmates at Midyear 2
007, Washington, DC: US Department of Justice, 2008).
[3] Casamiento forzado de una viuda con el cuñado o de un viudo con la hermana de su difunta esposa.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Planificando el vivir bien

Planificando el vivir bien
Xavier Albó
Del 3 al 5 de noviembre se realizó en el hotel Radisson de La Paz un seminario internacional sobre el “vivir bien”. El lector bien informado ya se da cuenta que se trata de un paso más para operativizar ese tema de la Constitución 2009. Lo estimulante es que ahora este asunto ya está incluso al nivel del Ministerio de Planificación. Los invitados locales e internacionales nos permitieron constatar además que ni partimos de cero ni estamos solos en ese camino.
Lo que nuestra Constitución Política del Estado llama suma qamaña, la del Ecuador llama sumak kawsay y nuestros antípodas en el Bután ya están desarrollando indicadores sobre lo que en inglés llamas Gross National Happiness: el producto nacional en alegría generalizada.Hace un año ya aclaré en una columna de La Razón (2-oct-08), que sería quizás más preciso traducir suma qamaña como “el buen convivir” no sólo entre nosotros sino también con la naturaleza. Un documento preparatorio distribuido por el Ministerio de Planificación del Desarrollo para el mencionado Seminario Internacional propone la siguiente glosa de este concepto:“El Vivir Bien implica el acceso y disfrute de los bienes materiales en armonía con la naturaleza y las personas. Es la dimensión humana de la realización afectiva y espiritual. Las personas no viven aisladas sino en familia y en un entorno social y de la naturaleza. No se puede Vivir Bien si los demás viven mal o si se daña la naturaleza.”A la luz de lo anterior y en sintonía con los pueblos andinos, amazónicos y la gran mayoría de los pueblos originarios del mundo, a los bienes “materiales” se añaden los espirituales, como son todos los intercambios de reciprocidad, los compadrazgos y las celebraciones, que van siempre tan cargados de afecto y cariño. Y al hablar de la naturaleza, ellos le darían enseguida un carácter más personalizado y afectivo sintiéndola como la Madre Tierra. Cuando se brinda entre amigos, por ejemplo, no debemos olvidarnos de compartir el traguito también con la Madre Tierra y, cuando cazamos en el monte, para el propio sustento, siempre debemos pedir permiso también a los “dueños del monte”. Algo pueden enseñarnos todos esos pueblos a nosotros, miopes modernos que con nuestro estilo de “desarrollo” expoliador en beneficio de unos pocos ahora lamentamos además que la Madre Tierra se nos está muriendo.Este convivir entre nosotros y con la Madre Tierra implica un fuerte componente ético y una espiritualidad que —otra miopía moderna— también habíamos echado por la borda en nuestras planificaciones. Lo central del desarrollo para vivir y convivir bien ya no puede ser sólo lo económico ni menos el crecimiento y el lucro, caiga quien caiga. Vivimos más bien una doble revolución copernicana en la concepción del desarrollo. Primera: Ya no gira todo en torno al crecimiento económico sino que lo económico gira más bien en torno al crecimiento en humanidad. Segunda, tampoco la Madre Tierra —el cosmos, siendo más inclusivos— gira en torno a sólo el interés de los humanos sino que nosotros también nos sentimos fruto y parte de esta Madre Tierra y cosmos y tenemos que avanzar y convivir juntos de una manera armónica. De la prioridad económica se pasa a la humana y ésta se inserta en lo cósmico, que no excluye lo demás pero le da un sentido más incluyente. Y sólo entonces podemos comprender qué es realmente el convivir bien e intentar realizarlo.Amartya Sen ya nos hizo un gran favor cuando, con un enfoque más cercano a este del vivir bien, logró que en las estadísticas mundiales se eliminara de una vez, como indicador clave de desarrollo, la famosa y traicionera “renta per cápita”, consistente en sumar a ricachones y pobretones y después contentarse con sacar y comparar promedios engañosos y perversos. A buena hora logró sustituirlo por el “Índice de Desarrollo Humano” (IDH), hoy ya generalizado.Pero quizás se quedó corto en lo de “humano” porque su IDH no llega a entrar en esas características más propiamente “humanas” (humanistas, quizás dirían otros) arriba mencionadas. Sus indicadores sólo se refieren a individuos prescindiendo de si saben relacionarse o no entre sí y con los demás. Y ahora añadimos además que un elemento fundamental para crecer en humanidad es hacerlo, además, hacerlo en sintonía con la Madre Tierra. Ardua tarea nos espera a todos.
Tomado de:

lunes, 16 de noviembre de 2009

Copenhage: Seattle madura

"Por Naomi Klein
tomado de rebelion.org


El otro día recibí una copia prepublicación de The Battle of the Story of the Battle of Seattle (La Batalla de la Historia de la Batalla de Seattle), de David Solnit y Rebecca Solnit. Planean sacarlo a 10 años de la histórica coalición de activistas que impidió que se llevara a cabo la cumbre de la Organización Mundial del Comercio en Seattle, la chispa que prendió un movimiento anticorporativo global.

El libro es un fascinante recuento de lo que realmente pasó en Seattle, pero cuando hablé con David Solnit, el gurú de acción directa que ayudó a que fuera posible el cierre, descubrí que estaba menos interesado en rememorar lo ocurrido en 1999 que en hablar acerca de la próxima conferencia de la ONU sobre el cambio climático, que tendrá lugar en Copenhague, y las acciones de justicia climática que ayuda a organizar en Estados Unidos, programadas para el 30 de noviembre. Ése es, definitivamente, un momento tipo Seattle, me dijo Solnit. La gente está lista para dar la pelea."

Sí, hay una cualidad estilo Seattle en la movilización de Copenhague: el enorme abanico de los grupos que estarán presentes; la diversidad de las tácticas que se exhibirán; y los gobiernos de los países en desarrollo listos para incorporar en la conferencia las demandas de los activistas. Pero Copenhague no es simplemente una segunda versión de Seattle. En vez de eso, la sensación es que las placas tectónicas progresistas se desplazan y crean un movimiento que se construye a partir de las fortalezas de una época anterior, pero también aprende de sus errores.

La gran crítica al movimiento que los medios insistían en llamar antiglobalización siempre fue que tenía una larga lista de quejas y pocas alternativas concretas. En contraste, el movimiento que converge en Copenhague aborda un solo tema –cambio climático– pero teje una coherente narrativa sobre su causa y sus curas, que incorpora prácticamente todos los temas en el planeta. En esta narrativa, nuestro clima cambia no sólo debido a ciertas prácticas contaminantes sino por la subyacente lógica del capitalismo, que valora, sobre todo lo demás, la ganancia a corto plazo y el crecimiento perpetuo. Nuestros gobiernos quieren hacernos creer que la misma lógica puede ser aprovechada ahora para resolver la crisis climática, mediante crear un bien que puede ser comercializado, llamado carbono, y mediante transformar los bosques y la tierra agrícola en sumideros que supuestamente van a compensar nuestras desenfrenadas emisiones.

Los activistas por la justicia climática en Copenhague argumentarán que, lejos de resolver la crisis climática, el mercado de carbono representa una privatización sin precedente de la atmósfera, y que las compensaciones y los sumideros amenazan con convertirse en una manera de apoderarse de recursos, de proporciones coloniales. Estas soluciones basadas en el mercado no sólo fracasarán en resolver la crisis climática; además, este fracaso profundizará drásticamente la pobreza y la desigualdad, porque los más pobres y los más vulnerables son las principales víctimas del cambio climático, y también los principales conejillos de Indias en estos esquemas de comercio de emisiones.

Pero los activistas en Copenhague no dirán simplemente no a todo esto. Promoverán soluciones que simultáneamente reducen las emisiones y la desigualdad. A diferencia de cumbres previas, donde las alternativas parecían una idea de último momento, en Copenhague las alternativas tendrán un lugar central. Por ejemplo, la coalición de acción directa Climate Justice Action (Acción por la Justicia Climática) ha llamado a los activistas a que el 16 de diciembre irrumpan en el centro de conferencias. Muchos lo harán como parte del bloque de bicis: manejarán juntos una aún no revelada irresistible nueva máquina de resistencia, compuesta de cientos de viejas bicicletas. La meta de la acción no es cerrar la cumbre, al estilo de Seattle, sino abrirla, transformarla en “un espacio para hablar acerca de nuestra agenda, una agenda de abajo, una agenda de justicia climática, de verdaderas soluciones en contraposición con las suyas, falsas… este día será nuestro”.

Algunas de las soluciones provenientes del campamento activista son las mismas que el movimiento por la justicia global ha defendido durante años: agricultura local y sustentable; proyectos energéticos descentralizados y más pequeños; respeto al derecho a la tierra de los indígenas; dejar los combustibles fósiles en la tierra; aflojar las protecciones en lo que respecta a la tecnología verde; y pagar estas transformaciones por medio de gravar las transacciones financieras y cancelar las deudas externas. Algunas soluciones son nuevas, como la creciente demanda de que los países ricos paguen reparaciones de deuda climática a los pobres. Está difícil de conseguir, pero todos acabamos de ver el tipo de recursos que nuestros gobiernos pueden congregar cuando se trata de salvar a las elites. Como dice un lema para Copenhague, Si el clima fuese un banco, ya lo habrían salvado. No lo hubieran abandonado a la brutalidad del mercado.

Además de la coherente narrativa y el enfoque en las alternativas, hay bastantes otros cambios: un enfoque más meditado en lo que se refiere a la acción directa, uno que reconoce la urgencia de hacer algo más que simplemente hablar, pero que está empeñado en no interpretar el cansado guión de policías contra manifestantes. Nuestra acción es de desobediencia civil, dicen los organizadores de la acción del 16 de diciembre. “Venceremos cualquier barrera física que se nos interponga –pero no responderemos con violencia si la policía ‘intenta’ escalar la situación.” (Dicho eso, no hay manera de que la cumbre de dos semanas no incluya unas cuantas batallas campales entre los tiras y los chavos de negro; después de todo, esto es Europa.)

Hace un decenio, en un artículo de opinión en The New York Times publicado luego que Seattle fue cerrado, escribí que un nuevo movimiento que defendía una forma radicalmente diferente de globalización acababa de tener su fiesta debut. ¿Cuál irá a ser el significado de Copenhague? Se lo pregunté a John Jordan, cuya predicción de lo que finalmente ocurrió en Seattle cité en mi libro No Logo. Respondió: Si Seattle fue la fiesta debut del movimiento de movimientos, entonces quizá Copenhague será una celebración de nuestra mayoría de edad.

Advierte, sin embargo, que crecer no implica ir a lo seguro, no tomar riesgos, evadir la desobediencia civil y favorecer sobrias reuniones. Espero que hayamos crecido para volvernos mucho más desobedientes, dijo Jordan, porque la vida en este planeta puede llegar a su fin por demasiadas acciones de obediencia.

Este texto fue publicado originamente en The Nation.
Traducción: Tania Molina Ramírez.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2009/11/15/index.php?section=opinion&article=024a1mun




miércoles, 11 de noviembre de 2009

Los muros del mundo

" Marta del Vado ganó el Premio Nuevo Periodismo 2009, el galardón más importante de América Latina en el ámbito de la comunicación, por una serie de reportajes sobre las fronteras físicas construidas por el hombre.

viernes, 6 de noviembre de 2009

A veinte años de la caída del Muro de Berlín : Una ocasión perdida

Una ocasión perdida
Por Ignacio Ramonet
El 9 de noviembre de 1989 caía el muro de Berlín. Veinte años después, mientras el capitalismo, a su vez, vacila bajo los golpes de una crisis sistémica, ¿qué balance se puede establecer de las dos décadas que acaban de transcurrir? ¿Por qué otros muros, igual de indignantes, no se han derribado? Simbólicamente, el hundimiento del muro de Berlín marca la conclusión de la guerra fría así como el fin -aunque la Unión Soviética no se disolvería hasta diciembre de 1991- del comunismo autoritario de Estado en Europa. Pero no el fin de la aspiración de millones de pobres a vivir dignamente en un mundo más justo e igualitario. El muro de Berlín se hunde debido, por lo menos, a tres hechos capitales ocurridos durante la década de 1980:




1/ las huelgas de agosto de 1980 en Polonia, que ponen en evidencia una contradicción fundamental: la clase trabajadora se opone a un presunto "Estado obrero" y al supuesto "Partido de la clase obrera". La teoría oficial sobre la que se basaba el comunismo de Estado se viene abajo; 2/ en Moscú, en marzo de 1985, Mijaíl Gorbachov es elegido secretario general del Partido Comunista de la URSS. Lanza la "perestroika" y la "glásnost", y activa, con las precauciones de un artificiero, la reforma del comunismo soviético; 3/ durante la primavera de 1989, en Pekín, en vísperas de una visita de Mijaíl Gorbachov, miles de manifestantes reclaman reformas similares a las que se llevan a cabo en la URSS. El Gobierno chino hace intervenir al Ejército. Resultado: cientos de muertos y condena internacional del régimen de Pekín. Cuando, en el otoño de 1989, ciudadanos de Alemania del Este se echan a la calle para exigir reformas democráticas, las autoridades dudan en disparar o no sobre las multitudes. Moscú anuncia que sus tropas estacionadas en Europa del Este no participarán en ninguna represión. La intensidad de las manifestaciones se multiplica. La suerte está echada. El muro de Berlín cae. En unos meses, uno tras otro, los regímenes comunistas de Europa son barridos. Incluidos los de Yugoslavia y Albania. Constatación importante: el sistema se desploma por descomposición interna, y no a causa de una ofensiva del capitalismo que lo habría derrotado. En esos años, Estados Unidos se halla en grave recesión tras el "lunes negro" de Wall Street acaecido dos años antes (el Dow Jones había caído, el 19 de octubre de 1987, un 23%). Pero la interpretación que se dará es que, en el enfrentamiento que opone, desde el siglo XIX, el comunismo al capitalismo, éste se ha impuesto. Por KO. De ahí una suerte de ebriedad intelectual que hará creer a algunos en el "fin de la historia". Error fatal. Al perder a su "mejor enemigo" -el que, mediante una relación de fuerzas constante, le obligaba a autorregularse y a moderar sus pulsiones-, el capitalismo se dejará arrastrar por sus peores instintos. Olvidando la promesa de hacer que el mundo se beneficie de los "dividendos de la paz", Washington impone en todas partes, a marchas forzadas, lo que cree ser la idea triunfal: la globalización económica. Es decir, la extensión al conjunto del planeta de los principios ultraliberales: financiarización de la economía, desprecio por el medio ambiente, privatizaciones, liquidación de los servicios públicos, precarización del trabajo, marginación de los sindicatos, brutal competencia entre los asalariados del mundo, deslocalizaciones, etc. En resumen, una vuelta al capitalismo salvaje. El multimillonario estadounidense Warren Buffet proclama: "Hay una lucha de clases, por supuesto, pero es mi clase, la clase de los ricos, la que dirige la lucha. Y nosotros ganamos" (1). En el plano militar, Washington despliega su hiperpotencia: invasión de Panamá, guerra del Golfo, ampliación de la OTAN, guerra de Kosovo, marginación de la ONU... Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, George W. Bush y sus "halcones" deciden castigar y conquistar Afganistán e Irak. Reducen la ayuda a los países pobres del Sur y lanzan una cruzada contra el "terrorismo internacional" utilizando todos los medios, incluidos los menos nobles: vigilancia generalizada, tortura, "desapariciones", prisiones secretas, penales ilegales como el de Guantánamo... Creen en un mundo unipolar, dirigido por unos Estados Unidos hegemónicos, seguros de sí mismos y dominadores. El balance será desastroso: ninguna victoria militar real, una inmensa derrota moral y una gran destrucción ecológica. Sin que los principales peligros hayan sido eliminados. La amenaza terrorista no ha desparecido, la piratería marítima se agrava, Corea del Norte se ha dotado de armas nucleares, Irán podría hacerlo... Oriente Próximo sigue siendo un polvorín... El mundo ha pasado a ser multipolar. Varios grandes países -Brasil, Rusia, la India, China, Sudáfrica- forjan alianzas al margen de las potencias tradicionales. En Suramérica, Bolivia, Ecuador y Venezuela exploran nuevas vías del socialismo. Hasta el recurso al G-20 con motivo de la crisis económica global confirma que los países ricos del Norte no pueden solventar en solitario los principales problemas mundiales. La oportunidad histórica que constituía la caída del muro de Berlín se ha desperdiciado. El mundo de hoy no es mejor. La crisis climática hace pender sobre la humanidad un peligro mortal. Y la suma de las cuatro crisis actuales -alimentaria, energética, ecológica y económica- da miedo. Las desigualdades han aumentado. La muralla del dinero es más imponente que nunca: la fortuna de las quinientas personas más ricas es superior a la de los quinientos millones más pobres... El muro que separa el Norte y el Sur permanece intacto: la malnutrición, la pobreza, el analfabetismo y la situación sanitaria incluso se han deteriorado, particularmente en África. Por no hablar del muro tecnológico. Además, se han levantado nuevos muros: como el edificado por Israel contra los palestinos; o el de Estados Unidos contra los emigrantes latinoamericanos; o los de Europa contra los africanos... ¿Cuándo decidiremos destruir de una vez para siempre todos esos muros de la vergüenza?
Notas: (1) The New York Times , 26 de noviembre de 2006.
Imagen de: cartapolitica.org

miércoles, 28 de octubre de 2009

Tortura 'heavy' en Guantánamo

Tortura 'heavy' en Guantánamo
Un grupo de artistas exige al Gobierno de EEUU la lista con las canciones utilizadas durante los interrogatorios



Tan inocente como la canción de Barrio Sésamo o tan dura como un tema de Metallica. Tan americana como el Born in the USA de Bruce Springsteen o tan motivadora como el We are the champions de Queen. Todas ellas -sí, incluida Barrio Sésamo, y Barney, la canción del simpático dinosaurio rosa que adoran los niños-, obligadas a escuchar a un altísimo volumen durante días o semanas, podrían haber sido utilizadas como un instrumento de tortura contra los prisioneros de Guantánamo.

Un nutrido grupo de artistas ha invocado la Ley de Libertad de Información para reclamar a la Administración estadounidense que desclasifique el nombre de las grabaciones que fueron utilizadas durante los interrogatorios a sospechosos de terrorismo en la cárcel de Guantánamo o en alguna de las prisiones secretas que la CIA abrió por todo el mundo durante el mandato de George W. Bush.
James Taylor, Christina Aguilera, Britney Spears, Neil Diamond, AC/DC, REM, Red Hot Chili Peppers... y más y más, han lanzado una protesta contra el uso de la música en relación con la tortura en Guantánamo. Según algunos documentos que ya se han hecho públicos y los testimonios de ex detenidos, la música de algunos de esos artistas (también hay que añadir al siniestro Marylin Manson) machacaron los oídos y los nervios de los reos.
El guitarrista de la banda de rap meta Rage Against The Machine, Tom Morello, declaró ayer a los medios de comunicación que puede que "Guantánamo fuera la idea que [el ex vice presidente de EE UU] Dick Cheney tenía de lo que debía de ser América, pero desde luego no es la mía". Morello se definió asqueado al hecho de que la música que él creó se haya usado en "crímenes contra la humanidad". "Guantánamo debe cerrarse ya", finalizó el músico.
Desde la Casa Blanca, un portavoz informaba de que "la música" ya no forma parte de los métodos de tortura, de hecho, se insistía, Estados Unidos ya no practica la tortura en sus centros de detención, como ordenó el presidente Barack Obama en su primera semana en el cargo.
Según la facultad de Leyes de la Universidad de Nueva York, el uso de música a elevado volumen contra los presos fue "una herramienta bastante extendida" por el Gobierno de Estados Unidos y la CIA, que siempre justificó que al fin y al cabo la música no se ponía tan alta, y que siempre la hacían sonar a niveles de sonido muy inferiores a los empleados por una banda en directo.
En general, la CIA utilizaba música heavy metal, country y rap (un prisionero fue obligado a escuchar durante 20 días una composición del rapero blanco Eminem). Pero también torturó con el himno nacional (Barras y estrellas). Y con Barrio Sésamo.

martes, 27 de octubre de 2009

Thierry Meyssan: «El 11 de septiembre no tiene nada que ver con Al Qaeda»


Thierry Meyssan: «El 11 de septiembre no tiene nada que ver con Al Qaeda» por Mustapha Farhat


En momentos en que el periodista Frederic Taddei acaba de abrir en Francia un debate sobre la posibilidad de una discusión sobre los atentados del 11 de septiembre, Thierry Meyssan responde a las preguntas del importante diario argelino Echorouk sobre este mismo tema.


Echorouk: Ocho años después del famoso 11 de septiembre, los expertos parecen cada vez más escépticos ante la versión oficial estadounidense de los atentados. Usted fue uno de los primeros en denunciar esa versión y en pronunciarse por una investigación independiente que aclarara los hechos y en exigir verdad y justicia. En aquel entonces, usted era una voz discordante. Pero actualmente muchos expertos apoyan la tesis que usted expresó en aquel momento. ¿Qué fue lo que cambió haciendo que la versión oficial americana haya dejado de inspirar confianza hoy en día?
Thierry Meyssan: En primer lugar, la palabra del gobierno de los Estados Unidos, respetada en 2001, ha perdido su credibilidad. Después del escándalo de Colin Powell mintiendo descaradamente ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, después del escándalo de George W. Bush inventando las armas iraquíes de destrucción masiva, es lógico que la opinión pública cuestione lo que esos mismos personajes dijeron sobre otros temas. 
 En segundo lugar, al día siguiente de los atentados todas y cada una de las agencias estadounidenses ofrecieron informaciones fragmentadas sobre los atentados. Yo subrayé que todos aquellos elementos del discurso se contradecían entre sí, pero yo era el único que los comparaba en aquel entonces. En 2004, ante la presión de las familias de las víctimas, el presidente Bush nombró una comisión investigadora. Esta, por supuesto, se dio a la tarea de darle la razón al presidente. Pero se vio obligada a redactar una versión única de los atentados. Al no poder resolver las contradicciones oficiales, lo que hizo fue evitar todo lo que fuera problemático. Son esos defectos flagrantes de ese informe los que provocaron la cólera de las familias de las víctimas y suscitaron la creación de numerosas asociaciones en pro de la verdad. 
 Finalmente, el tiempo disipó el choque emocional. Hoy en día resulta más fácil debatir serenamente sobre ese tema y, por lo tanto, albergar dudas.
Echorouk: Según las investigaciones que usted mismo ha realizado y el cúmulo de estudios realizados por numerosos expertos, ¿qué fue lo que realmente sucedió el martes 11 de septiembre de 2001?
Thierry Meyssan: Nuestra memoria es selectiva. Recordamos tal o mas cual hecho de aquel día, pero también hemos olvidado muchos de ellos. Todos recordamos que dos aviones chocaron contra el World Trade Center, que un tercer avión explotó en vuelo sobre Pensilvania, que hubo una explosión en el Pentágono y que las Torres Gemelas se derrumbaron. Generalmente se olvida que hubo «gente informada» que especuló en los días anteriores [al 11 de septiembre] en base a una [futura] caída de las acciones de las compañías aéreas y de las compañías de seguros implicadas, que un incendio devastó el anexo de la Casa Blanca, que en la Casa Blanca se recibió una llamada de los atacantes en la que se usaron los códigos presidenciales, que hubo un tercer edificio que también se derrumbó en la zona del World Trade Center, que Israel cerró todas sus embajadas, que el Servicio Secreto desplegó equipos especiales para impedir un ataque aerotransportado en Washington y que la marina de guerra estadounidense puso dos portaviones en estado de alerta para impedir un desembarco naval en la costa de Washington. 
 En definitiva, esa operación es un choque interno de las élites estadounidense, una forma de golpe de Estado. A partir de aquella fecha, el presidente Bush no fue más que una marioneta en manos de una facción del complejo militaro-industrial.
Echorouk: ¿Y los presuntos organizadores… «Al Qaeda»?
Thierry Meyssan: La idea de que un grupúsculo de una veintena de fanáticos pudiera infligir tanto daño al país más poderoso del mundo es digna de los comics estadounidenses. De ser así, las armas clásicas ya no tendrían utilidad alguna. Esos son cuentos de niños.
Echorouk: El grupo de Ben Laden sigue siendo un enigma en cuanto a su creación y su financiamiento, así como su propagación por el mundo islámico y sus objetivos. ¿Es posible que exista un vínculo entre los Estados Unidos, la CIA o el Mossad y otros servicios secretos con «Al Qaeda»?
Thierry Meyssan: Osama Ben Laden era un financista. Había sido reclutado por la CIA en 1977 y enviado a Afganistán para apoyar a la oposición de derecha contra el gobierno de izquierda. Cuando los soviéticos respondieron a las provocaciones con su apoyo militar al gobierno, se presentó a Ben Laden como un capitalista saudita que lo había dejado todo para luchar contra el Ejército Rojo. Hasta era miembro por aquel entonces de la Liga Anticomunista Mundial (WACL, siglas en inglés.), junto a varios dictadores proestadounidenses. 
 En 1990, cuando los soviéticos salen de Afganistán, Osama Ben Laden recibe una nueva misión. Bajo las órdenes del príncipe Bandar, se le ordena utilizar a los antiguos combatientes árabes de Afganistán en la realización de diversas operaciones de desestabilización en otros países. Pero los muyahidines habían luchado contra el Ejército Rojo en defensa de un país musulmán, no para servir a los Estados Unidos, y sólo estaban dispuestos a emprender nuevas aventuras si se les proponía un objetivo que les pareciera noble, no para servir al príncipe Bandar y a la monarquía saudita. Fue en ese momento que Ben Laden adoptó la retórica antioccidental y antisionista. Pero siempre actuó como un títere de la CIA y de Bandar. 
 Hay que saber que todos esos personajes eran amigos íntimos. Salim, el hermano mayor de Osama [Ben Laden], era socio de George W. Bush en Houston (Texas), en la sociedad petrolera Harken. La familia Ben Laden creó con la familia Bush el fondo de gestión de acciones conocido como Carlyle. Bandar se convirtió en una especie de hijo adoptivo de Bush padre, lo cual le valió el sobrenombre de «Bandar Bush». Pero Osama Ben Laden estaba gravemente enfermo y tenía que someterse constantemente a hospitalizaciones y tratamientos de diálisis. Su huella se pierde en octubre del año 2001. Desde entonces nos han estado alimentando con casetes groseramente falsificados, como lo demostró el instituto suizo Dalle Molle, la principal autoridad mundial en materia de autentificación de grabaciones de audio y de video.
Echorouk: Paradójicamente, ese grupo golpea fuertemente en los países musulmanes, como Arabia Saudita, Irak y Argelia, cuando se supone que su objetivo es «defender las tierras del Islam contra la cruzada occidental». ¿No existe duda alguna sobre el papel que desempeña para favorecer una injerencia americana en esos países?
Thierry Meyssan: Al Qaeda no es una organización estructurada. Es una firma que está siendo utilizada para la realización de diversas operaciones por parte de diferentes agentes. Cuando se trata de terrorismo, no se juzga a la gente por su retórica sino por sus actos. Y esa firma ha sido utilizada para desestabilizar a numerosos países, nunca para atacar a Israel y liberar la Palestina ocupada.
Echorouk: ¿Puede realmente el «presidente del cambio» –Barack Obama– cambiar los Estados Unidos de George Bush y cambiar a los neoconservadores construyendo un Estado de derecho que tenga en cuenta el porvenir de la humanidad en vez de los caprichos de las transnacionales?
Thierry Meyssan: Barack Obama es el presidente del cambio de apariencia, no del cambio de fondo. Los neoconservadores se unieron a él durante su campaña electoral. Ahora se han hecho más discretos para que se produzca la ilusión, pero siguen ahí. Se ha olvidado que esa gente cambia de partido político como de camisa. En su juventud eran trotskistas. Se hicieron republicanos con Reagan y con Bush padre, con Clinton se convirtieron en demócratas, volvieron a ser republicanos con Bush hijo, y ahora vuelven a ser demócratas con Obama. Son como las veletas, que indican la dirección del viento. Pero su visión política sigue siendo la misma: extender los intereses estadounidenses a través del mundo mediante la guerra y la utilización de Israel. El nuevo secretario general de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, es mucho más peligroso que los anteriores porque no está gastado.
Echorouk: Usted se exiló de Francia desde hace algún tiempo. ¿Cuáles son las razones de ese exilio?
Thierry Meyssan: Estados Unidos puso precio a mi cabeza desde el año 2002. Mi país me protegió durante años. Las cosas cambiaron con el fin del mandato de Jacques Chirac y con la llegada de Sarkozy [al poder]. Recibí información sobre lo que se estaba preparando contra mí y tuve que tomar rápidamente el camino del exilio. Todos mis colaboradores se exilaron también. Actualmente estoy viviendo entre Damasco y Beirut.
Echorouk: Usted ha denunciado la falta de libertad de expresión en Francia. ¿Cómo es posible cuando todo el mundo sabe que Francia es sinónimo de libertad personal y profesional?
Thierry Meyssan: La libertad nunca es definitiva. Es un ideal que se conquista día a día. Francia ha cambiado mucho en dos años. Hoy en día sus medios de prensa se han hecho monolíticos. Permiten expresar muchos matices pero no la expresión de opiniones disidentes. La presión es extremadamente fuerte cuando se trata de tres temas en particular: la OTAN (lo cual incluye el 11 de septiembre y la guerra en Afganistán), Israel y el presidente Sarkozy. Para citar un ejemplo, por decisión del Consejo Superior Audiovisual las cadenas de radio y televisión tienen prohibido dejarme hablar sobre el 11 de septiembre, y por consiguiente sobre ninguno de los grandes temas de política internacional. Otro ejemplo, el año pasado los seis principales sindicatos de periodistas denunciaron la omnipresencia de la censura en todo lo que tenga que ver con el presidente Sarkozy. Dijeron que la libertad de prensa nunca ha sido tan limitada en los últimos 60 años, incluyendo el terrible periodo de la guerra de independencia de Argelia.
Mustapha Farhat
Periodista, islamólogo, redactor jefe adjunto del diario argelino Echorouk


Sacado (texto e imagen) de: http://www.voltairenet.org/article162369.html



sábado, 24 de octubre de 2009

Guerra, drogas y política, elementos del mundo bipolar

"por Noam Chomsky
tomado de www.chomsky.info

Al pensar en cuestiones internacionales, es útil tener presentes varios principios de generalidad e importancia considerables. El primero es la máxima de Tucídides: "Los fuertes hacen lo que quieren, y los débiles sufren como es menester". Esto tiene un importante corolario: todo Estado poderoso descansa en especialistas en apologética, cuya tarea es mostrar que lo que hacen los fuertes es noble y justo y lo que sufren los débiles es su culpa. En el Occidente contemporáneo a estos especialistas se les llama "intelectuales" y, con excepciones marginales, cumplen su tarea asignada con habilidad y sentimientos de superioridad moral, pese a lo disparatado de sus alegatos. Su práctica se remonta a los orígenes de la historia de la que tenemos registro. "

para leer más http://www.chomsky.info/talks/20090921(2).htm,

viernes, 16 de octubre de 2009

Un Premio Nobel para Evo

Un premio Nobel para Evo
Fidel Castro (Tomado de Cubadebate)

Si a Obama se le otorgó el Premio por ganar las elecciones en una sociedad racista, a pesar de ser afroamericano, Evo lo merece por ganarlas en su país, a pesar de ser indígena, y cumplir además lo prometido.
Por primera vez en ambos países uno u otro de su etnia alcanza la Presidencia. En más de una ocasión advertí que Obama era un hombre inteligente, educado en un sistema social y político en el cual cree. Aspira a extender los servicios de salud a casi 50 millones de norteamericanos, a sacar la economía de la profunda crisis que padece y a mejorar la imagen de Estados Unidos, deteriorada por las guerras genocidas y las torturas. No concibe, ni desea ni puede cambiar el sistema político y económico de su país.

El Premio Nobel de la Paz ha sido concedido a tres Presidentes de Estados Unidos, a un ex presidente y a un candidato a Presidente.

El primero fue Theodore Roosevelt, electo en 1901, el de los Rough Riders (jinetes duros), que desembarcó en Cuba sus jinetes, pero sin caballos, a raíz de la intervención de Estados Unidos en 1898 para impedir la independencia de nuestra Patria.

El segundo fue Thomas Woodrow Wilson, que introdujo a Estados Unidos en la primera guerra por el reparto del mundo. En el Tratado de Versalles impuso tan severas condiciones a la vencida Alemania, que sentó las bases para el nacimiento del fascismo y el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

El tercero ha sido Barack Obama.

Carter fue el ex presidente a quien varios años después de cumplir su mandato le asignaron el Premio Nobel. Sin dudas, uno de los pocos Presidentes de ese país incapaz de ordenar el asesinato de un adversario, como hicieron otros; devolvió el Canal a Panamá, creó la Oficina de Intereses en La Habana, evitó caer en grandes déficit presupuestarios y despilfarrar el dinero en beneficio del complejo militar industrial, como hizo Reagan.

El candidato fue Al Gore cuando era ya vicepresidente, el político norteamericano que más conocía sobre las terribles consecuencias del cambio climático. Fue víctima del fraude electoral cuando era candidato a Presidente y despojado de la victoria, por W. Bush.

Las opiniones sobre el otorgamiento de este Premio han estado muy divididas. Muchos parten de conceptos éticos o reflejan contradicciones evidentes en la sorpresiva decisión.

Habrían preferido ese Premio como fruto de una tarea realizada. No siempre el Premio Nobel de la Paz se entregó a personas merecedoras de esa distinción. A veces lo han recibido personas resentidas, autosuficientes, o peor aún. Lech Walesa, al conocer la noticia exclamó con desprecio: “¿Quién, Obama? Es demasiado rápido. No ha tenido tiempo para hacer nada ahora”.

En nuestra prensa y en CubaDebate, compañeros honestos y revolucionarios fueron críticos. Uno de ellos señaló: “En la misma semana en que se ha concedido a Obama el Premio Nobel de la Paz, el Senado de Estados Unidos aprobó el presupuesto militar más grande de la historia: 626 mil millones de dólares”. En el Noticiero de Televisión, otro periodista comentó: “¿Qué ha hecho Obama para alcanzar tal distinción?” Otros preguntaron: “¿Y la guerra de Afganistán y el incremento de los bombardeos?” Son puntos de vista basados en realidades.

Desde Roma, el cineasta Michael Moore pronunció una frase lapidaria: “Felicitaciones, presidente Obama por el Premio Nobel de la Paz; ahora por favor, gáneselo”.

Estoy seguro de que Obama estará de acuerdo con la frase de Moore. Posee suficiente inteligencia para comprender las circunstancias que rodean el caso. Sabe que ese Premio no lo ha ganado todavía. Ese día por la mañana declaró: “No tengo la impresión de que merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este Premio.”

Se afirma que son cinco los miembros del famoso comité que asigna el Premio Nobel de la Paz, miembros todos del Parlamento sueco. Un vocero afirmó que fue por unanimidad. Cabe una pregunta, ¿consultaron o no al galardonado? ¿Puede tomarse una decisión de esa índole sin advertir antes a la persona premiada? Este no puede ser juzgado moralmente de igual forma si conocía o no previamente la asignación del Premio. Lo mismo cabe afirmar de los que decidieron asignárselo.

Tal vez sea necesario crear el Premio Nobel de la Transparencia.

Bolivia cuenta con importantes yacimientos de gas y petróleo y posee además las mayores reservas conocidas de litio, mineral de gran necesidad en nuestra época para el almacenamiento y uso de la energía.

Evo Morales, campesino indígena muy pobre, transitó por los parajes de Los Andes, junto a su padre, antes de cumplir seis años, pastoreando llamas de un grupo indígena. Las conducían caminando durante 15 días hasta el mercado donde las vendían para adquirir los alimentos de la comunidad. Respondiendo a una pregunta mía sobre aquella singular experiencia, Evo me contó que entonces “se hospedaba en el hotel mil estrellas”, una bella forma de referirse al cielo despejado de la cordillera donde en ocasiones se ubican los telescopios.

En aquellos duros años de su infancia, la alternativa de los campesinos en la comunidad donde nació, era el corte de caña de azúcar en la provincia argentina de Jujuy, en la que a veces se refugiaba una parte de la comunidad aymara durante la zafra.

No muy lejos de La Higuera, donde el Che herido y desarmado fue asesinado el 9 de octubre de 1967, Evo, que había nacido el 26 de ese mismo mes en 1959, no había cumplido todavía 8 años. Aprendió a leer y a escribir en español, caminando hasta una escuelita pública a cinco kilómetros de la choza donde en una rústica habitación vivían sus hermanos y sus padres.

Durante su azarosa infancia, dondequiera que había un maestro, allí estaba Evo. De su raza adquirió tres principios éticos: no mentir, no robar, no ser débil.

A los 13 años su padre lo autorizó a mudarse para San Pedro de Oruro a estudiar el bachillerato. Uno de sus biógrafos cuenta que era mejor en Geografía, Historia y Filosofía que en Física y Matemáticas. Lo más importante es que Evo, para costear sus estudios, se levantaba a las dos de la madrugada a trabajar como panadero, constructor u otra actividad física. Asistía a clases por la tarde. Sus compañeros lo admiraban y ayudaban. Desde la primaria aprendió a tocar instrumentos de viento y fue trompetista de una prestigiosa banda de Oruro.

Siendo adolescente todavía, había organizado el equipo de fútbol de su comunidad, del que fue su capitán.

El acceso a la universidad no estaba a su alcance de indio aymara y pobre.

Después de su último año de bachillerato, cumplió el servicio militar y regresó a su comunidad, ubicada en la altura de la cordillera. La pobreza y los desastres naturales obligaron a su familia a emigrar hacia la zona subtropical de El Chapare, donde aquella logró obtener un pequeño lote de tierra. El padre muere en 1983 cuando él tenía 23 años. Trabajó duramente la tierra, pero era un luchador nato, organizó a todos los trabajadores, creó sindicatos y llenó con ellos vacíos que el Estado no atendía.

Las condiciones para una revolución social en Bolivia se habían ido creando en los últimos 50 años. El 9 de abril de 1952, antes del inicio de nuestra lucha armada, estalló la revolución en ese país con el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estenssoro. Los mineros revolucionarios derrotaron a las fuerzas represivas y el MNR tomó el poder.

Los objetivos revolucionarios en Bolivia estaban lejos de cumplirse. En 1956, según personas bien informadas, el proceso comenzó a decaer. El 1º de Enero de 1959 triunfa la Revolución en Cuba. Tres años después, en enero de 1962, nuestra Patria fue expulsada de la OEA. Bolivia se abstuvo. Más tarde todos los gobiernos, con excepción de México, rompieron relaciones con Cuba.

Las divisiones del movimiento revolucionario internacional se hicieron sentir en Bolivia. Hacían falta todavía más de 40 años de bloqueo a Cuba, el neoliberalismo y sus desastrosas consecuencias, la Revolución Bolivariana en Venezuela y el ALBA; hacían falta, sobre todo, Evo y el MAS en Bolivia.

Sería largo sintetizar en unas hojas su rica historia.

Solo diré que Evo fue capaz de vencer las terribles y calumniosas campañas del imperialismo, sus golpes de Estado e injerencia en los asuntos internos, defender la soberanía de Bolivia y el derecho de su pueblo milenario al respeto de sus costumbres. “Coca no es cocaína”, le espetó al más grande productor de marihuana y el mayor consumidor de drogas en el mundo, cuyo mercado ha sostenido al crimen organizado que cuesta miles de vidas al año en México. Dos de los países donde están las tropas yanquis y sus bases militares son los más grandes productores de drogas del planeta.

En la trampa mortal del comercio de drogas no caen Bolivia, Venezuela y Ecuador, países revolucionarios que, igual que Cuba, son miembros del ALBA, saben lo que pueden y deben hacer para llevar la salud, la educación y el bienestar a sus pueblos. No necesitan tropas extranjeras para combatir el narcotráfico.

Bolivia lleva adelante un programa de sueño bajo la dirección de un Presidente aymara que cuenta con el apoyo de su pueblo.

En menos de tres años erradicó el analfabetismo: 824 mil 101 bolivianos aprendieron a leer y escribir; 24 mil 699 lo hicieron además en aymara y 13 mil 599 en quechua; es el tercer país libre de analfabetismo, después de Cuba y Venezuela.

Presta atención médica gratuita a millones de personas que nunca la habían recibido; es uno de los siete países del mundo que en los últimos cinco años ha reducido más la mortalidad infantil, con posibilidad de cumplir las Metas del Milenio antes de 2015, y en una proporción similar las muertes maternas; ha operado de la vista 454 mil 161 personas, de ellas 75 mil 974 brasileños, argentinos, peruanos y paraguayos.

Un ambicioso programa social ha sido establecido en Bolivia: todos los niños de las escuelas públicas del primero a octavo grado, reciben una donación anual para sufragar el material escolar que beneficia a casi dos millones de alumnos.

Más de 700 mil personas mayores de 60 años reciben un bono equivalente a unos 342 dólares anuales.

Todas las mujeres embarazadas y niños menores de dos años reciben una ayuda de aproximadamente 257 dólares.

Bolivia, uno de los tres países más pobres del hemisferio, ha puesto bajo control del Estado los principales recursos energéticos y minerales del país, respetando y compensando cada uno de los intereses afectados. Marcha con cuidado porque no desea retroceder un paso. Sus reservas en divisas han ido creciendo. Evo dispone de no menos de tres veces más que las que disponía al inicio de su gobierno. Es de los países que mejor uso hace de la colaboración externa y defiende con firmeza el medio ambiente.

En brevísimo tiempo ha logrado establecer el Padrón Electoral Biométrico y se han registrado aproximadamente 4,7 millones de electores, casi un millón más que el último padrón electoral, que en enero del 2009 alcanzaba 3,8 millones.

El 6 de diciembre habrá elecciones. Con seguridad el apoyo del pueblo a su Presidente se incrementará. Nada ha podido detener su creciente prestigio y popularidad.

¿Por qué no se le otorga el Premio Nobel de la Paz?

Comprendo su gran desventaja: no se trata de un Presidente de Estados Unidos.

Fidel Castro Ruz

Octubre 15 de 2009

4 y 25 p.m.

jueves, 15 de octubre de 2009

Si quieres el Nobel prepara la guerra: Si vis pacen, para bellum

Si quieres el Nobel prepara la guerra: Si vis pacen, para bellum
por Carlos Tena

www.insurgente.org
Hay galardones que, con el transcurso del tiempo, van adquiriendo una tonalidad diferente de la que sería de desear. Ni el famoso Oscar cinematográfico contiene ya en su estatuilla una supuesta calidad en el trabajo de quien lo alza en público, ni los Nobel, en una gran mayoría, van a parar a las manos (cuentas corrientes) de aquellos que en verdad lo meritan. No digamos ya el denominado de la Paz para el que el inventor de la dinamita legó también una enorme cantidad de coronas, que desde 1901 detentan personajes tan antagónicos como Adolfo Pérez Esquivel y Thomas Woodrod Winson, la Cruz Roja y Los Quakers, Albert Schweitzer y Lech Walesa, Martin Luther King y Oscar Arias, a quienes se premió por el esfuerzo que una desarrollaron en favor de la concordia, la justicia, la ausencia de violencia, la protección de los más débiles, la infancia o el mismo planeta. Es evidente que en las discusiones de las que surge el nombre del ganador, hay ocasiones en las que el aquavit o el glögg, presentes en las cachupinadas noruegas de toda índole, alteran el normal funcionamiento de los miembros del comité encargado de esta elección.

Cuando ese comité de sesudas mentes nórdicas, en este caso no suecas, cuya visión sobre “un trabajo en favor de la paz” debe ser la misma que mantiene el Papa sobre sus obispos pedófilos, es decir, idéntica a la que Patxi López aplica al término democracia, acaba de dar la campanada al decidir que el presidente Obama sea honrado con ese título. No he podido por menos que recordar que una misma pléyade de rigurosos cerebros, consideró hace años que el criminal Henry Kissinger obtuviera el mismo nombramiento, tras haber teledirigido, entre otros delitos contra la humanidad, la tortura y asesinato, por medio de generales tan pacíficos como Pinochet o Videla, de centenares de miles de inocentes ciudadanos latinoamericanos.
El portavoz del instituto que otorga el Nobel de la Paz, consciente del efecto sorpresa que iba a causar la noticia, con un semblante parecido al de Billy Cristal abriendo el sobre mientras pronuncia “And the winner is…”, leyó ante los micrófonos el resultado, asegurando lo insólito del hecho de que en sólo ocho pocos meses, una persona como el mandatario que ocupa hoy la Casa Blanca, “…habia realizado enormes esfuerzos por el diálogo y la diplomacia, generado una opinión extraordinariamente favorable entre millones de personas”. Tanto entusiasmo como George W. Bush ordenando la invasión de Irak, atemperado siete años más tarde, tras haberse conocido las mentiras y manipulaciones que su gobierno desplegó para acaparar el petróleo de aquella masacrada nación.
Como suele ser habitual, yerro en mis predicciones. Imaginaba que Evo Morales, Hugo Chávez, Fidel Castro o Rafael Correa, Cristina Fernández o Ignacio Lula podrían haberse alzado con ese título. Pero no. Al parecer, esos señores herederos de la voluntad de Alfred Nobel no consideran que luchar por la sanidad pública sea merecedor de nada; que combatir la miseria sea igualmente fundamental para una sociedad, que asegurar los mínimos para una población en orden a su sustento sea una formidable guerra contra el hambre y la injusticia. Tal vez estoy equivocado. Obama recibirá un cheque de 10 millones de coronas noruegas (poco menos de dos millones de dólares) por mantener al 12% de los norteamericanos sin atención médica, a pesar de sus promesas de protección social; por continuar aplicando el infame bloqueo contra la población cubana, pese a sus primeras intenciones; por no clausurar el campo de concentración de Guantánamo, como aseguró en sus discursos previos a la toma de posesión del cargo; por dejar en la calle, sin hogar, a más de dos millones de compatriotas; por no ordenar que las tropas invasoras en Irak abandonen la zona, como había asegurado en su campaña; por enviar más tropas a Afganistán, el país más pobre del globo, con la disculpa artera del peligro talibán; por consentir que un terrorista como Luis Posada Carriles camine en libertad por territorio yanqui; por no permitir que se juzgue con garantías a los Cinco Héroes cubanos, condenados a penas exorbitantes por delitos no demostrados. La lista, querido y flamante Obama, debería levantar un mínimo rubor en tus tostadas mejillas.
El presidente de los USA ha sido premiado pues, no por su indemostrable lucha por la paz y la justicia, sino porque sigue apoyando todas las guerras que comenzaran sus antecesores, con el único cambio que supone su sonrisa, y sus declaraciones falsas, imprecisas, cobardes y exentas de toda voluntad de pacificación. Por ese incumplimiento de los compromisos adquiridos con sus votantes, por sus intenciones, mas no por sus obras. Este tipo de recompensa consigue el mismo efecto que un anuncio de pildoras contra la gripe porcina: son una monumental mentira, una trampa tan descarada, que aquel ciudadano que crea de corazón que Obama ha hecho esfuerzos por la paz, no sólo se miente a si mismo, sino que es capaz de creer que Benedicto XVI, cuando protege a un obispo o cardenal sodomizando a un adolescente, merece el premio a la Bondad Suprema. El Nobel de la Paz sigue manchado de sangre inocente. ¿Hasta cuando?

El capitalismo es devastador: El escándalo de los agrocarburantes en los países del sur; un análisis del Catedrático François Houtart

InSurGente.- En los próximos 50 años tendremos que cambiar de ciclo energético, pasando de la energía fósil, que es cada vez más rara, a otras fuentes de energía. En el corto plazo es más fácil de utilizar lo que es inmediatamente rentable, es decir los agrocarburantes. Esta solución, al reducirse las posibilidades de inversión y al esperar ganancias rápidas, parece la más requerida a medida que se desarrolla la crisis financiera y económica."

Como siempre, en un proyecto capitalista, se ignora, lo que los economistas llaman, las externalidades, es decir, lo que no entra dentro del cálculo del mercado, para el caso que nos preocupa, los daños ecológicos y sociales. Para contribuir con un porcentaje entre el 25 a 30% de la demanda, a la solución de la crisis energética, se tendrán que utilizar centenas de millones de hectáreas de tierras cultivables para la producción de agroenergía en su mayor parte en el Sur, ya que el Norte no dispone suficientemente de superficie cultivable. Se tendrá, igualmente según ciertas estimaciones, que expulsar de sus tierras al menos a 60 millones de campesinos. El precio de estas « externalidades » no pagado por el capital sino por la comunidad y por los individuos, es espantoso.Los agrocarburantes son producidos bajo la forma de monocultivos, destruyendo la biodiversidad y contaminando los suelos y el agua. Personalmente, he caminado kilómetros en las plantaciones del Choco, en Colombia, y no he visto ni un ave, ni una mariposa, ni un pez en los ríos, a causa del uso de grandes cantidades de productos químicos, como fertilizantes y plaguicidas. Frente a la crisis hídrica que afecta al planeta, la utilización del agua para producir etanol es irracional. En efecto, para obtener un litro de etanol, a partir del maíz, se utilizan entre 1.200 y 3.400 litros de agua. La caña de azúcar también necesita enormes cantidades de agua. La contaminación de los suelos y el agua llega a niveles hasta ahora nunca conocidos, creando el fenómeno de « mar muerto » en las desembocaduras de los ríos (20 Km² en las desembocadura del Missippi, en gran medida causado por la extensión del monocultivo de maíz destinado al etanol).La extensión de estos cultivos acarrea una destrucción directa o indirecta (por el desplazamiento de otras actividades agrícolas y ganaderas) de los bosques y selvas que son como pozos de carbono por su capacidad de absorción.El impacto de los agrocarburantes sobre la crisis alimentaria ha sido comprobado. No solamente su producción entra en conflicto con la producción de alimentos, en un mundo donde, según la FAO, mas de mil millones de personas sufren de hambre, sino que también ha sido un elemento importante de la especulación sobre la producción alimentaria de los años 2007 y 2008. Un informe del Banco mundial afirma que en dos años, el 85% del aumento de los precios de los alimentos que precipitó a mas de 100 millones de personas por debajo de la línea de pobreza ( lo que significa hambre), fué influenciado por el desarrollo de la agroenergía. Por esta razón, Jean Ziegler, durante su mandato de Relator Especial de las Naciones Unidas por el Derecho a la Alimentación, calificó los agrocarburantes de « crimen contra la humanidad » y su sucesor, el belga Olivier De Schutter ha pedido una moratoria de 5 años para su producción.La extensión del monocultivo significa también la expulsión de muchos campesinos de sus tierras. En la mayoría de los casos, aquello se realiza por la estafa o la violencia. En países como Colombia e Indonesia, se recurre a las Fuerzas armadas y a los paramilitares, quienes no dudan en masacrar a los defensores recalcitrantes de sus tierras. Miles de comunidades autóctonas, en América latina, en África y en Asia, son desposeídas de su territorio ancestral. Decenas de millones de campesinos ya han sido desplazados, sobre todo en el Sur, en función del desarrollo de un modo productivista de la producción agrícola y de la concentración de la propiedad de la tierra. El resultado de todo esto es una urbanización salvaje y una presión migratoria tanto interna como internacional.Es necesario igualmente anotar que el salario de los trabajadores es bien bajo y las condiciones de trabajo generalmente infrahumanas a causa de las exigencias de productividad. La salud de los trabajadores está también afectada gravemente. Durante la sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos sobre las empresas multinacionales europeas en América latina, realizada paralelamente a la Cumbre europea latinoamericana, en mayo del 2008, en Lima, fueron presentados muchos casos de niños con malformación, debido a la utilización de productos químicos en el monocultivo de plátano, soya, caña de azúcar y de palmeras.Decir que los agrocarburantes son una solución para el clima, está igualmente a la moda. Es verdad que la combustión de los motores emite menos anhídrido carbónico en la atmósfera, pero cuando se considera el ciclo completo de la producción de la transformación y de la distribución del producto, el balance es más atenuado. En ciertos casos, se convierte en negativo en relación a la energía fósil.Si los agrocarburantes no son una solución para el clima, si no lo son que de una manera marginal, para mitigar la crisis energética, y si ellos acarrean importantes consecuencias negativas, tanto sociales como medio ambientales, tenemos el derecho de preguntarnos porqué ellos tienen tanta preferencia. La razón es que a corto y mediano plazo aumentan de manera considerable y rápidamente la tasa de ganancia del capital. Es por esto que las empresas multinacionales del petróleo, del automóvil, de la química y del agronegocio, se interesan al sector. Ellos tienen como socios al capital financiero ( George Soros, por ejemplo), los empresarios y los latifundistas locales, herederos de la oligarquía rural. Entonces la función real de la agroenergía, es en efecto ayudar a una parte del capital a salir de la crisis y a mantener o eventualmente aumentar su capacidad de acumulación. En efecto, el proceso agroenergético se caracteriza por una sobreexplotación del trabajo, la ignorancia de las externalidades, la transferencias de fondos públicos hacia el negocio privado, todo aquello que permite ganancias rápidas, pero también una hegemonía de las compañías multinacionales y una nueva forma de dependencia del Sur con respecto al Norte, todo aquello presentado con la imagen de benefactores de la humanidad ya que producen "energía verde". En lo que concierne a los gobiernos del Sur, ellos ven ahí una fuente de divisas útiles de mantener, el nivel de consumo de las clases privilegiadas.Por lo tanto, la solución es, reducir el consumo, sobre todo del Norte y de invertir en nuevas tecnologías (solar especialmente). La agroenergía no es un mal en sí y puede aportar soluciones interesantes a nivel local, a condición de respetar la biodiversidad, la calidad de los suelos y del agua, la soberanía alimentaria y la agricultura campesina. Es decir, lo contrario de la lógica del capital. En Ecuador, el Presidente Correa ha tenido el coraje de detener la explotación del petróleo de la reserva natural del Yasuni. Esperemos que los gobiernos progresistas de América latina, del África y del Asia, tengan la misma firmeza. Resistir en el Norte como en el Sur, a la presión de los poderes económicos es un problema político y ético. Por lo tanto, denunciar el escándalo de los agrocarburantes en el Sur se constituye en un deber- François Houtart, Ex-catedrático de la Universidad Católica de Lovaina, fundador del Centro Tricontinental y autor del libro "La Agroenergía-Solución para el clima o salida de crisis para el capital?", Ruth Casa editorial y Ediciones Sociales La Habana, 2009Fuente: Alai Amlatina, 09/09/09.-

miércoles, 14 de octubre de 2009

Cuba frente a las contradicciones de la administración Obama
Salim Lamrani
Rebelión
Revisado por Caty R.
El 23 de septiembre de 2009, el presidente Barack Obama se dirigió por primera vez a la Asamblea general de las Naciones Unidas con ocasión de un discurso saludado por el conjunto de la comunidad internacional. Obama reconoció que el intervencionismo a ultranza de Estados Unidos en los asuntos internos de otros países fue un grave error. “Ninguna nación puede aceptar la tiranía de otra nación mediante la fuerza”, declaró, añadiendo que “ninguna nación puede ni debe tratar de dominar otra nación”. “La democracia no puede ser impuesta a otra nación desde el exterior. Cada sociedad tiene que buscar su propio camino, y ningún camino es perfecto. Cada país tiene que seguir un camino enraizado en la cultura de su pueblo y en sus tradiciones, y debo admitir que Estados Unidos ha sido selectivo demasiadas veces en su promoción de la democracia”, concluyó.1
El presidente Obama dio pruebas de lucidez e inteligencia al declarar que Estados Unidos debía “entrar en una nueva era de compromiso basado en los intereses y el respeto mutuos”. Dirigiéndose a sus detractores, refutó cualquier doble discurso y les lanzó un reto: “Les pido que echen un ojo a las acciones concretas que hemos emprendido en apenas nueve meses”.2
La buena voluntad del ex senador de Illinois no se ha de poner en tela de juicio. Por eso obtuvo el Premio Nobel de la Paz 2009. No obstante, resulta imposible ignorar las evidentes contradicciones entre la retórica del inquilino de la Casa Blanca y la realidad de los hechos, particularmente en lo que se refiere a la política de Washington hacia Cuba.


Los avances
En abril de 2009, Obama declaró su voluntad de “buscar un nuevo comienzo con Cuba”.3 “Creo que podemos llevar la relación entre EE.UU. y Cuba en una nueva dirección”, subrayó. “Estoy aquí para lanzar un nuevo capítulo de acercamiento que continuará durante mi mandato”, dijo, al anunciar el levantamiento de las restricciones que afectan a los cubanos que viven en Estados Unidos y tienen familia en la isla. No obstante, tuvieron que esperar hasta el 3 de septiembre de 2009 para que esa decisión entrara en vigor. Ahora, los cubanos pueden viajar a su país de origen cuantas veces quieran (en vez de 14 días cada tres años antes) y mandar remesas ilimitadas a sus familiares (en vez de 100 dólares al mes, como antes).4
La administración Obama también amplió la gama de productos que pueden enviarse a Cuba a la ropa, productos higiénicos y material de pesca (prohibidos antes). Además permitió a las empresas estadounidenses de telecomunicación que proporcionaran algunos servicios a Cuba (conviene subrayar no obstante que el marco legal para ello existe desde 1992).5
En septiembre de 2009, Bisa Williams, subsecretaria de Estado para los Asuntos Interamericanos, viajó a Cuba con el fin de conversar con el viceministro de Relaciones Exteriores, Dagoberto Rodríguez. Ambos entablaron conversaciones sobre la restauración del servicio postal entre Cuba y Estados Unidos, suspendido desde 1963, y las cuestiones migratorias. La visita de Williams, prevista para 24 horas, duró seis días. Se trata del más alto funcionario en visita oficial a Cuba desde 2002.6 La subsecretaria de Estado aprovechó la ocasión para asistir al concierto histórico que dio el cantante colombiano Juanes en La Habana, que reunió a más de un millón de personas.7
Las señales negativas
Si conviene enfatizar esas iniciativas positivas, así como el lenguaje diplomático mucho menos agresivo hacia La Habana, hay que recordar que las relaciones actuales entre ambas naciones no han llegado ni siquiera al estatu quo bajo la administración Clinton. Por otra parte, los ciudadanos cubanos que viven en Estados Unidos y que no tienen familia en su país de origen todavía no pueden viajar allí.
La administración Obama, contrariamente a sus declaraciones constructivas, se ensañó en aplicar con celo las sanciones económicas contra Cuba. Así, según la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (Office of Foreign Assets Control, OFAC) del Departamento del Tesoro, desde la entronización de Obama en el poder en enero de 2009, al menos siete multinacionales fueron sancionadas por una suma total que supera los seis millones de dólares. No obstante, todas las infracciones se habían cometido mucho antes de la llegada al poder del senador de Illinois. Así, en agosto de 2009, el banco australiano ANZ recibió una multa de 5,7 millones de dólares por haber realizado transacciones con Cuba mediante sus subsidiarias estadounidenses entre 2004 y 2006. Otra vez, el carácter extraterritorial de las sanciones económicas se aplicó con rigor contra una entidad extranjera.8
Por otra parte, el 14 de septiembre de 2009, el presidente estadounidense decidió prorrogar un año la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, que establece las sanciones económicas contra Cuba. Imitó así a todos los presidentes estadounidenses desde 1962 y evocó razones de “emergencia nacional”. No obstante, la renovación anual no era necesaria para el mantenimiento de las sanciones económicas, ya que desde 1996 y la adopción de la ley Helms-Burton, sólo el Congreso está habilitado para eliminarlas. Es lamentable que Obama no haya aprovechado la oportunidad, de todas formas simbólica, para actuar de manera diferente a sus predecesores.9
El 21 de septiembre de 2009, el Departamento de Estado se negó a otorgar una visa al presidente de la Asamblea Nacional cubana, Ricardo Alarcón, a quien la presidenta del Black Caucus del Congreso estadounidense, Barbara Lee, había invitado. Al día siguiente, Washington prohibió a cerca de 30 médicos estadounidenses que participaran en un Congreso Internacional de Ortopedia en La Habana. En octubre de 2009, la Filarmónica de Nueva York, que había previsto actuar en la capital cubana del 30 de octubre al 2 de noviembre, tuvo que suspender su viaje después de que el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro se negaran a conceder una licencia a los 150 patrocinadores que habían financiado el proyecto. No obstante, en 2008, había actuado en Corea del Norte y pronto celebrará un concierto en Vietnam.10
El senador demócrata Byron Dorgan declaró su total incomprensión durante una intervención en el Senado: “Es casi increíble lo que aún estamos haciendo con respecto a la política de viajes con Cuba. Tenemos que pasar por estos disparates de que el gobierno federal y el Departamento del Tesoro nos digan quién puede y quién no puede viajar. En mi opinión, que se restrinja la libertad del pueblo estadounidense es indignante”.11
El 1 de octubre de 2009, varios líderes del Congreso se encontraron en la sede de la Cámara de Representantes con el fin de promover la aprobación de una legislación presentada en marzo de 2009 que pone fin a la prohibición de viajar a Cuba para los ciudadanos de Estados Unidos y exigir el cambio que prometió el presidente Obama. Los representantes demócratas Charles Rangel y Bill Delahunt así como el republicano Jeff Flake, exigieron la adopción de la ley –que dispone por ahora del apoyo de 161 representantes y 33 senadores que firmaron el documento– antes del fin del año 2009. Para ser adoptada, le ley tiene que reunir 218 votos en la Cámara y 60 en el Senado. No obstante, Barack Obama dispone de las prerrogativas necesarias para poner fin a esta prohibición firmando una simple orden ejecutiva.12
Wayne S. Smith, antiguo jefe de la Sección de Intereses Norteamericanos en La Habana entre 1979 y 1982, deploró la falta de iniciativas del nuevo presidente. “No ha hecho nada”, lamentó. También criticó la actitud de algunos representantes, tales como Bob Menéndez y otros de Florida, que “bloquean la legislación”. “Deberíamos iniciar un diálogo y levantar las restricciones de viaje” para los ciudadanos estadounidenses, que pueden viajar a China, Vietnam o Corea del Norte, pero no a Cuba.13
La diplomacia cubana informó de su decepción al respecto. El canciller Bruno Rodríguez, quien saludó la buena voluntad de Obama calificándolo de “político moderno, inteligente y animado de buenas intenciones”, lamentó sin embargo que no haya aprovechado “la oportunidad histórica de usar sus facultades ejecutivas o de liderar la eliminación del bloqueo a Cuba”.13
Contradicciones
Resulta inevitable poner a Obama frente a sus propias contradicciones. Por un lado, ante la Asamblea General de la ONU , pronunció las siguientes palabras: “Los pueblos del mundo quieren un cambio. No tolerarán más a los que se encuentran del lado equivocado de la historia”. Por otra parte, tuvo que recurrir a una ley guerrera de 1917, sólo aplicada a Cuba, para prorrogar el estado de sitio contra una pequeña nación del Tercer Mundo que jamás ha cometido agresión alguna contra Estados Unidos. Por un lado, afirma que “las divisiones tradicionales entre las naciones del Sur y el Norte no tienen ningún sentido en un mundo interconectado, y los alineamientos de naciones arraigadas en las oposiciones de una guerra fría acabada hace mucho tiempo tampoco”. Por otra parte, persiste en aplicar una política obsoleta, cruel e ineficaz cuyas primeras víctimas son los sectores más frágiles de la población cubana, a saber, las mujeres, los ancianos y los niños.15
A pesar de la oposición unánime de la comunidad internacional que condenó en 2008 por decimoséptima vez consecutiva el estado de sitio económico impuesto a Cuba (185 votos contra 3), del mundo de los negocios estadounidense que ve sus intereses gravemente afectados pues un mercado natural está en manos de las multinacionales europeas, asiáticas y latinoamericanas, la voluntad de la mayor parte de la opinión pública estadounidense que desea una normalización de las relaciones entre ambas naciones y una corriente favorable en el Congreso estadounidense a favor de un cambio de política, la administración Obama persiste en aplicar sanciones económicas unilaterales anacrónicas que representan el principal obstáculo al desarrollo económico de la isla. Si es cierto que el presidente no puede eliminar definitivamente el embargo (hace falta una decisión del Congreso), puede aliviarlo considerablemente mediante decisiones ejecutivas y licencias.16
El ex presidente Bill Clinton, cuya esposa Hillary Clinton es actualmente secretaria de Estado, calificó por su parte las sanciones económicas de política “absurda” y de “fracaso total”. Así, desde su imposición en agosto de 1960, las sanciones estadounidenses han costado la bagatela de 96.000 millones de dólares a la economía cubana.17
La Habana ha reiterado muchas veces su disposición a resolver todos los diferendos que oponen a los dos países con tal que el diálogo tenga lugar sobre una base de reciprocidad, de respeto de la soberanía y de no injerencia en los asuntos internos.
Si el presidente Obama desea alcanzar un modus vivendi con el gobierno cubano, debe adoptar las siguientes medidas por orden de prioridad:
- Liberación de los cinco presos políticos cubanos encarcelados en Estados Unidos desde 1998 acusados sin razón de “conspiración en vistas de cometer actos de espionaje”. Ninguna prueba ha podido presentarse en su contra. No obstante, fueron condenados a un total de cuatro cadenas perpetuas y 77 años de cárcel. Obama dispone de las prerrogativas necesarias para otorgarles un indulto presidencial.18
- Alivio de las sanciones económicas. Como he señalado antes, Obama puede reducir ampliamente su impacto mediante simples órdenes ejecutivas.
- Extradición del terrorista Luis Posada Carriles, ex agente de la CIA responsable de más de un centenar de asesinatos y refugiado en Miami, y al cual Estados Unidos se niega a juzgar.19
- Supresión de Cuba de la lista de países terroristas. Estados Unidos ha incluido arbitrariamente a Cuba en la lista de países terroristas para justificar su política hostil hacia La Habana. La comunidad internacional no toma en serio esta inclusión y la considera como una simple maniobra política de desprestigio. Conviene recordar que Nelson Mandela formó parte de dicha lista hasta julio de 2008.
- Abolición de la Ley de Ajuste Cubano que fomenta la emigración ilegal hacia Estados Unidos. En efecto, cualquier cubano que entra legal o ilegalmente en Estados Unidos consigue automáticamente al cabo de un año el estatus de residente permanente y diversas ayudas para obtener una vivienda y un trabajo. Esta legislación, única en el mundo, favorece la fuga de cerebros y priva a Cuba de un considerable capital humano.20
- Cancelación de todos los programas de subvención con destino a la oposición interna en Cuba. Obama puede acabar con el financiamiento de los grupúsculos internos, ilegal según el código penal cubano y la legislación internacional.21
- Supresión de las emisiones subversivas de Radio y TV Martí, dirigidas a desestabilizar al gobierno cubano.
- Devolución de la base naval de Guantánamo que stados Unidos ocupa ilegalmente desde 1902, contra la voluntad soberana del pueblo cubano.
La buena voluntad del presidente Obama debe traducirse rápidamente en actuaciones concretas con el fin de normalizar las relaciones entre La Habana y Washington. Debe demostrarle al mundo que merece efectivamente el Premio Nobel de la Paz.
Notas
1 Barack Obama, « Remarks by the President of the United States to the United Nations General Assembly», The White House, 23 de septiembre de 2009. http://www.whitehouse.gov/the_press_office/Remarks-by-the-President-to-the-United-Nations-General-Assembly/ (sitio consultado el 24 de septiembre de 2009).
2 Ibid.
3 The Associated Press , «Obama Seeks ‘New Beginning’ With Cuba», 17 de abril de 2009.
4 Macarena Vidal, «Obama ofrece ‘un nuevo comienzo’ en las relaciones con Cuba», EFE, 17 de abril de 2009.
5 John Dorschner & Monica Hatcher, «Liberan a los viajes a Cuba», El Nuevo Herald, 13 de abril de 2009.
6 Matthew Lee & Paul Haven, «US, Cuba Held Unannounced Talks», 30 de septiembre de 2009.
7 El Duende, «Una americana cantando con Juanes», 30 de septiembre de 2009.
8 Office of Foreign Assets Control (OFAC), «Release of Civil Penalties Information», septiembre de 2009, www.treas.gov/offices/enforcement/ofac/actions/index.shtlm (sitio consultado el 5 de octubre de 2009).
9 Ginger Thomson, «U.S. Official Meets With Cuban Authorities», The New York Times, 30 de septiembre de 2009.
10 Oficina de Ricardo Alarcón de Quesada, 22 de septiembre de 2009; Agence France Presse, «Cuba asegura que EE. UU .impidió viaje de 30 científicos», 23 de septiembre de 2009; Agencia Cubana de Noticias, «Washington Bans Orthopedics Doctors From Attending Event in Cuba», 22 de septiembre de 2009; Jim Abrams, «Senador intercede por permiso de viaje para la Filarmónica de NY», The Associated Press, 5 de octubre de 2009.
11 Jim Abrams, «Senador intercede por permiso de viaje para la Filarmónica de NY», op. cit.
12 María Pena, «Piden al Congreso eliminar restricciones de viajes de estadounidenses a Cuba», EFE, 1 de octubre de 2009.
13 Ibid.
14 Mauricio Vicent, « Cuba dice que Obama no ha tocado el embargo», El País¸ 16 de septiembre de 2009.
15 Barack Obama, « Remarks By the President of the United States to the United Nations General Assembly», op. cit.
16 Salim Lamrani, Cuba: ce que les medias ne vous diront jamais, (París: Editions Estrella, 2009), pp. 121-133.
17 Christopher Hitchens, «What Was Bill Thinking?», Newsweek, 24 de septiembre de 2009. http://www.newsweek.com/id/216052/ (sitio consultado el 5 de octubre de 2009).
18 Salim Lamrani, Cuba: ce que les medias ne vous diront jamais, op. cit., pp. 145-154.
19 Ibid., pp. 135-144.
20 Ibid. , pp. 107-120.
21 Ibid. , pp. 79-105.
Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne -Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista francés, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Acaba de publicar Cuba: Ce que les médias ne vous diront jamais (Paris: Editions Estrella, 2009). Contacto: lamranisalim@yahoo.fr

miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿Llegó la hora de poner fin a la globalización?

"Por Walden Bello
tomado de rebelión.org
El actual desplome global, el peor desde la Gran Depresión de hace 70 años, vino a remachar el último clavo en el ataúd de la globalización. Ya asediada por unos hechos que mostraban el incremento de la pobreza y de la desigualdad cuando los países más pobres experimentaron poco o ningún crecimiento económico, la globalización se ha visto terminalmente desacreditada en los dos últimos años, cuando el proceso, anunciado a bombo y platillo, de la interdependencia financiera y comercial invirtió su marcha para convertirse en correa de transmisión, no de prosperidad, sino de crisis y colapso económicos."

Fin de una era

En sus respuestas a la actual crisis económica, los gobiernos hablan con la boca pequeña de coordinación global, pero impulsan programas separados de estímulo económico para revitalizar sus mercados nacionales. Al hacerlo, los gobiernos pospusieron el crecimiento orientado a la exportación, motor principal de tantas economías, aun rindiendo el tributo de rigor a la promoción de la liberalización comercial como medio de contrarrestar el desplome global concluyendo la Ronda Doha de negociaciones comerciales bajo los auspicios de la Organización Mundial de Comercio.
Se reconoce cada vez más que no hay posibilidad de regresar a un mundo centralmente dependiente del gasto ilimitado de los consumidores norteamericanos, puesto que éstos se hallan en la bancarrota y nadie se apresta a ocupar su lugar.
Además, ya sea mediante acuerdos internacionales o unilateralmente ejecutadas por gobiernos nacionales, es lo más seguro que se imponga un rimero de restricciones al capital financiero, la desembridad movilidad del cual ha sido el percutor de la presente crisis.
Sin embargo, el discurso intelectual todavía no ha mostrado demasiados signos de ruptura con la ortodoxia. El neoliberalismo, con su énfasis en el libre comercio, la primacía de la empresa privada y un papel minimalista del Estado, sigue siendo la lengua franca de los fabricantes de políticas.
Los críticos del fundamentalismo de mercado que pertenecen al establishment, incluidas luminarias como los Premios Nobel Joseph Stigitz y Paul Krugman, se han enmarañado en interminables debates sobre el grado de duración que deben tener los programas de estímulos y sobre si el Estado debería mantener su presencia intervencionista en la industria automotriz y en el sector financiero, o, si, una vez lograda la estabilización, debería devolver las compañías y los bancos al sector privado. Además, algunos, como el propio Stiglitz, siguen creyendo en lo que lo que ellos perciben como beneficios económicos de la globalización, a condición de mitigar sus costes sociales.
Pero las tendencias en curso están desbordando a toda velocidad tanto a los ideólogos de la globalización neoliberal como a muchos de sus críticos, y desarrollos impensables hace unos pocos años van cobrando vida. "La integración de la economía mundial se halla en práctico retroceso por doquiera", escribe The Economist. Aunque la revista observa que las corporaciones empresariales siguen creyendo en la eficacia de las cadenas de oferta global, "como cualquier cadena, éstas son tan fuertes como su eslabón más débil. El momento peligroso llegará cuando las empresas decidan que este modo de organizar la producción ha llegado a su fin".
La "desglobalización", un término que The Economist me atribuye, es un desarrollo que la revista, el primer bastión mundial de la ideología del libre mercado, contempla como negativo. Sin embargo, yo creo que la desglobalización es una oportunidad. En efecto, mis colegas de Focus on the Global South y yo fuimos los primeros en proponer la desglobalización como un paradigma general para reemplazar a la globalización neoliberal. Y lo hicimos hace una década, cuando las tensiones, las presiones y las contradicciones que ésta ha traído consigo se hicieron dolorosamente evidentes.
Elaborado como una alternativa sobre todo para los países en desarrollo, el paradigma de la desglobalización no deja de ser pertinente para las economías capitalistas centrales.
Los 11 pilares de la alternativa
El paradigma de la desglobalización tiene 11 puntos clave:
1 La producción para el mercado interior tiene que volver a ser el centro de gravedad de la economía, antes que la producción para los mercados de exportación.
2 El principio de subsidiariedad debería respetarse como un tesoro en la vida económica promoviendo la producción de bienes a escala comunitaria y a escala nacional, si ello puede hacerse a coste razonable, a fin de preservar la comunidad.
3 La política comercial –es decir, cupos y aranceles— tiene que servir para proteger a la economía local de la destrucción inducida por mercancías subsidiadas por grandes las corporaciones con precios artificialmente bajos.
4 La política industrial –incluidos subsidios, aranceles y comercio— tendría que servir para revitalizar y robustecer al sector manufacturero.
5 Unas medidas, inveteradamente pospuestas, de redistribución equitativa del ingreso y de redistribución de la tierra (incluida una reforma del suelo urbano) podrían crear un mercado interno vigoroso que serviría de ancla de la economía y generaría los recursos financieros locales para la inversión.
6 Restar importancia al crecimiento, dar importancia a la mejora de la calidad de vida y maximizar la equidad reducirá el desequilibrio medioambiental.
7 Hay que propiciar el desarrollo y la difusión de tecnología que se compadezca bien con el medio ambiente, tanto en la agricultura como en la industria.
8 Las decisiones económicas estratégicas no pueden abandonarse ni al mercado ni a los tecnócratas. En cambio, hay que aumentar el radio de alcance de la toma democrática de decisiones en la vida económica, hasta que todas las cuestiones vitales (como qué industrias desarrollar o condenar, qué proporción del presupuesto público hay que dedicar a la agricultura, etc.) estén sujetas a la discusión y a la elección democráticas.
9 La sociedad civil tiene que controlar y supervisar constantemente al sector privado y al Estado,
un proceso que debería institucionalizarse.
10 El complejo institucional de la propiedad debería transformarse en una "economía mixta" que incluyera cooperativas comunitarias, empresas privadas y empresas estatales y excluyera a las corporaciones transnacionales.

11 Las instituciones globales centralizadas, como el FMI y el Banco Mundial, deberían ser substituidas por instituciones regionales fundadas, no en el libre comercio y la libre movilidad de capitales, sino en principios de cooperación que, para usar las palabras de Hugo Chávez en su descripción de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), "transcienda la lógica del capitalismo".
Del culto a la eficiencia a la economía eficaz
El propósito del paradigma de la desglobalización es superar la economía de la eficiencia estrecha, cuyo único criterio clave es la reducción del coste por unidad, por no hablar de la desestabilización social y ecológica que el proceso inducido por el respecto supersticioso de ese criterio trtae consigo. Es superar un sistema de cálculo económico que, por decirlo con palabras de John Maynard Keynes, "convierte todo el comportamiento vital … en una suerte de paradójica pesadilla de contables". Una economía eficaz, en cambio, robustece la solidaridad social subordinando las operaciones del mercado a los valores de equidad, justicia y comunidad y ensanchando la esfera del proceso de toma democrática de decisiones. Para servirnos del lenguaje del gran pensador húngaro Karl Polanyi en su libro La gran transformación, la desglobalización monta tanto como "reincrustar" la economía en la sociedad, en vez de dejar a la sociedad abandonada al control de la economía.
El paradigma de la desglobalización sostiene también que un modelo extremistamente unidimensional, como el neoliberalismo o como el socialismo burocrático centralizado, es disfuncional y desestabilizador. En cambio, habría que esperar e incentivar la diversidad, como en la naturaleza. La teoría económica alternativa tiene principios compartidos, y esos principios han aparecido ya substancialmente en la lucha contra y en la reflexión crítica sobre el fracaso del capitalismo y del socialismo centralizados.
Sin embargo, la articulación concreta de esos principios –los más importantes de los cuales acaban de ser mencionados— dependerá de los valores, de los ritmos y de las elecciones estratégicas de cada sociedad.
El pedigrí de la desglobalización
Aunque pueda sonar radical, lo cierto es que la desglobalización no es ninguna novedad. Su pedigrí incluye los escritos del eminente economista británico Keynes, quien, en el momento culminante de la Gran Depresión, se avilantó a dejar esto dicho: "No deseamos… estar a merced de fuerzas mundiales que generan, o tratan de generar, algún equilibrio uniforme, de acuerdo con principios de capitalismo de laissez faire". En efecto, proseguía, para "un abanico crecientemente extendido de productos industriales, y tal vez también agrícolas, se me ha hecho dudoso que el coste económico de la autosuficiencia sea lo bastante grande como para contrarrestar las otras ventajas dimanantes de reunir gradualmente al productor y al consumidor en el ámbito de la misma organización nacional, económica y financiera. Se acumula la experiencia probatoria de que el grueso de los procesos de la moderna producción en masa pueden ejecutarse en la mayoría de los países y en la mayoría de los climas con una eficiencia prácticamente idéntica".

Y con palabras que suenan muy contemporáneas, concluía Keynes: "Yo simpatizo… más con quienes querrían minimizar que con quienes querrían maximizar la urdimbre de imbricación económica entre las naciones. Las ideas, el saber, el arte, la hospitalidad, los viajes; todas esas cosas deberían, por su propia naturaleza, ser internacionales. Pero dejemos que los bienes se hagan en casa cuando ello sea razonable y convenientemente posible; y sobre todo, dejemos que las finanzas sean prioritariamente nacionales."

Walden Bello, profesor de ciencias políticas y sociales en la Universidad de Filipinas (Manila), es miembro del Transnational Institute de Amsterdam y presidente de Freedom from Debt Coalition, así como analista sénior en Focus on the Global South.
Traducción para www.sinpermiso.info: Ricardo Timón