viernes, 27 de febrero de 2009

Caracazo - El día en que bajaron de los cerros

"Lo que temía la Caracas acomodada, la irrupción de los marginados, ha bañado de sangre el país y "es sólo un aviso"

JOSÉ COMAS ENVIADO ESPECIAL, - Caracas - 05/03/1989
tomado de elpais.com

La boda del siglo tituló con todas sus cinco columnas de primera página el pasado 19 de febrero el Diario de Caracas, con un breve antetítulo que decía: La crisis tiene sus excepciones. Por encima de una foto de los novios escribía el periódico que "fue la de la pareja Fernández Tinoco-Cisneros Fontanels, Gonzalo y Mariela, quienes contrajeron nupcias en la capilla de las Siervas del Santísimo. De allí el cortejo partió en 20 pullmans y un Rolls Royce hasta el Alto Hatillo, donde un bufé rebosante de caviar, langosta y salmón fumée, regado por champaña La Grand Dame -de la cosecha más apetecida-, esperaban a 5.000 invitados, de los cuales 200 habían llegado desde el extranjero, con pasaje pagado desde Caracas. "

Al mismo tiempo que los invitados degustaban el "bufé rebosante", en la cadena de supermercados Cada, la mayor del país, propiedad de la familia de la novia, Mariela Cisneros, el grupo financiero más fuerte de Venezuela, faltaban buena parte de los productos básicos. Lo mismo ocurría en gran parte de los comercios del país. El anuncio de la entrada en vigor de nuevas medidas económicas, anunciadas por Carlos Andrés Pérez, que había asumido la presidencia el 2 de febrero, desencadenó la codicia de los comerciantes. En espera de las subidas de los precios liberados, los comercios retenían mercancías en las bodegas. El mercado quedaba desabastecido en un país que había dejado de ser la Venezuela saudí de los años setenta, época de la primera presidencia de Pérez, y había entrado de lleno en la en crisis de los ochenta, de la deuda externa y la pauperización.Una cuestión semántica.

Caracas está situada en un valle a casi 1.000 metros de altura y tiene un clima de eterna primavera. La ciudad creció por los montes que la rodean e invadió los cerros, donde sobreviven los pobres, y las colinas, donde moran los ricos. Geográficamente, no existen diferencias entre cerros y colinas, pero la nomeclatura se encarga de marcar claramente las fronteras: cerros para pobres y colinas para ricos. Por las noches desde el valle de Caracas se ven las miles de lucecitas de los cerros, que rodean de forma amenazadora la ciudad. Comentario habitual, con un leve toque de cinismo, en torno a una cara bebida de importación, solía ser en Caracas: "¿Qué ocurrirá el día que bajen de los cerros?".

El lunes 27 de febrero se juntaron en una constelación la deuda externa, el Fondo Monetario Internacional y las transnacionales; la voracidad y lujo desenfrenado de la oligarquía criolla con sus bodas del siglo; el desgobierno de años de despilfarro durante la Venezuela saudí; la falta de previsión de políticos tecnócratas, que no supieron, o no quisieron, creer en los altos porcentajes de población que vivían la miseria absoluta; también las expectativas despertadas por la nueva presidencia de Pérez que recibían una ducha fría en forma de subidas de precios, cuando todos esperaban la llegada de un Mesías populista que empezara con el reparto imposible. En el libro La reforma del Estado, editado por la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado, se constata que entre 1984 y 1988 el número de hogares pobres pasó de 944.000 a 1.919.000, que no tienen acceso a la canasta de consumo normativo, considerada como básica para alimentación, vivienda y salud. Según el mismo estudio, "el 20% más rico de la población percibe el 60% del ingreso total, en tanto que el 20%, más pobre únicamente recibe el 7% de esa misma entrada".

La conjunción de todos estos factores en el cinturón de miseria que rodea a Caracas era un com6ustible capaz de provocar, en cualquier momento, un incendio. La chispa que desencadenó todo fue una subida de los precios del transporte. Venezuela se ufanaba de tener la gasolina más barata del mundo. Antes de la revuelta, un litro de gasolina Super costa 1,50 bolívares (4,50 pesetas). Con la subida de precios el litro de Super se puso en 2,75 bolívares (7,95 pesetas). Probablemente siga siendo, a pesar del incremento, la gasolina más barata del mundo, pero la subida fue el disparo de salida, que desencadenó los motines más graves de la reciente historia venezolana, incluida la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, según dicen los viejos del lugar.

La subida del transporte

Guarenas es una ciudad-dormitorio situada al Este de Caracas. Cuando el lunes 27 de febrero muchos tomaban los autobuses que trasladan a la capital, para ganarse el pan que faltaba en los supermercados, se encontraron con que los precios del transporte se habían disparado hasta un 300%. Los transportistas aprovecharon la subida de la gasolina, de un 75%, para elevar desorbitatamente el precio de los billetes. Con tonos agresivos, decían a los viajeros: "El precio es ese y, si no está conforme, se va". Allí prendió la chispa que hizo arder durante tres días Venezuela y llegó incluso a hacer reflexionar a los que en las metrópolis del primer mundo fijan los intereses de la deuda externa, si realmente no será verdad eso que se viene anunciado de que un fantasma recorre América Latina, la explosión de todo un continente.

A la quema de autobuses siguieron los saqueos. En los ranchos (chabolas) de Caracas falta todo, menos la antena de televisión, conectada a una electricidad probablemente pirateada de la conducción de energía. Esa televisión que atonta las mentes con culebrones telenovelados y, al mismo tiempo, despierta deseos frustrados con una publicidad obsesiva de un mundo inaccesible de bebidas importadas y lujos imposibles para los centenares de miles de marginados de la sociedad venezolana. Tras tomar las calles y quemar los carros (coches), la agresividad resultante de años de frustración se orientó hacia objetivos más prácticos y concretos: los supermercados y establecimientos comerciales. La periodista Estrella Gutiérrez describe que "como bandadas de langostas, habitantes de los cerros que bordean el valle de Caracas y donde se asientan los barrios más pobres, descendían, en grupos familiares completos, y arrasaban con todo a su paso, para volver a sus hogares cargados con lo más posible". Las imágenes de la televisión sirvieron de multiplicador y pauta de conducta, casi una invitación al pillaje. En un primer momento la policía no reprimió. Esto animó más a los que participaban en la orgía de un botín fácil de aquellos bienes que toda la vida les habían sido vedados.

En ocasiones era posible ver cómo bandas de gente de todas las edades saqueaban un comercio mientras que la Policía Metropolitana permanecía casi impasible, entre cómplice e impotente. Algún policía llegó incluso a advertir a los saqueadores que tuviesen cuidado y se apresurasen, porque "va a llegar la Guardia". Un sargento de la Policía Metropolitana comentaba a Estrella Gutiérrez: "Nos han dicho que no disparemos a la gente. Además, ¿por qué vamos a hacerlo, si nosotros somos del pueblo?".

Esta actitud permisiva inicial de la policía hizo incontrolable la explosión social. El Gobierno tuvo que recurrir a las Fuerzas Armadas, suspensión de garantías constitucionales e implantación del toque de queda en todo el territorio nacional.

El presidente Pérez explicó después a la Prensa internacional que "el movimiento especulativo, que se ha producido en sectores del comercio. y de la producción hoy ha tenido una lección tremenda, porque es bueno saber que estas manifestaciones, que se produjeron en Caracas, no tuviron el sesgo político de ser una protesta contra el Gobierno o contra los partidos, sino que fue una acción contra la riqueza fue una protesta contra los ricos".

Antes y después

La historia venezolana pasará a escribirse desde un antes y un después de la reciente explosión social. De momento, las organizaciones patronales parecen haber aprendido la lección. Días antes se habían mostrado reticentes, pero después de lo sucedido aceptaron un aumento salarial para el sector privado de 2.000 bolívares (6.000 pesetas).

"Lo ocurrido ha sido un aviso", comentaba Elisa, una madre de familia de clase media. Esa frase resume el sentir de muchos venezolanos. La cuestión ahora es saber si la explosión y la bajada de los cerros, con su secuela de casi un millar de muertos, han tenido un efecto de vacuna o sólo ha sido un comienzo.

jueves, 26 de febrero de 2009

Solidaridad A Sueldo

"Santiago Alba Rico
Revista Teína nº 20

¿Es posible interesarse por el dolor de un hombre que no es pariente nuestro, de un niño que no hemos educado, de una mujer a la que no hemos amado nunca? ¿Es posible elegir como igual estricto a un desigual lejano, como afín completo a un extranjero remoto? Si hay explicación sociológica para la hostilidad y la indiferencia, no la hay quizás para esta fulgurante cristalización de simpatías cancerosas que precipitan, a partir de su composición química misma, una intervención en el mundo. Llamamos -o deberíamos llamar- “solidaridad” al brazo armado de la compasión, a la solidificación del compromiso: el hecho de elegir libremente la necesidad ajena, de suprimir por propia voluntad -sacudidos por el dolor o contaminados por la idea de un desconocido- las condiciones mismas que permiten este acto de libertad. La compasión activa que Todorov identifica con la “moral de simpatía” encuentra su máxima expresión en la decisión absurda y luminosa de los solidarios suicidas que, no pudiendo soportar el sufrimiento de los judíos, se incorporaban de un salto -piedad instintiva, bondad refleja- a los vagones de ganado destinados a los lager . El compromiso activo (asociado a la “moral de principios”) se resume, por su parte, en el ejemplo movilizador de los muchos comunistas o socialistas de todo el mundo que abandonaron sus casas y sus familias para morir en la guerra civil española luchando contra el fascismo. Compasión y compromiso, moral y política, se dan cita hoy en la admirable coherencia de los cooperantes y médicos que deciden compartir el dolor y la lucha de los habitantes de Gaza como consecuencia de una doble intolerancia física e intelectual hacia el concreto sufrimiento ajeno y hacia la objetiva injusticia general. "

Lo sólido, decía Marx, se disuelve en el aire. La solidaridad -su pariente etimológico- también. Es cierto que el capitalismo, que licuefacta todas las consistencias y sólo permite los vínculos débiles y fricativos del consumo, desactiva sin interrupción las conexiones políticas y morales con los otros. Pero es sólo parcialmente cierta la afirmación que pretende -mientras caen bombas, por ejemplo, sobre Gaza- que “a nadie le importa el sufrimiento de los demás”. Lo que llamamos “indiferencia” consiste más bien en una fluyente corriente de simpatía mayoritaria, originalmente justa, hacia los injustos: los ricos, los poderosos, los famosos y hasta los asesinos. Nos importa el sufrimiento de la princesa Letizia o de John Travolta, el de la soldado estadounidense que no puede adoptar un perro iraquí o el del padre israelí que ha perdido a su hijo soldado; nos importa el dolor del millonario suicida y el del mafioso operado de próstata. Esta solidaridad pasiva con los fuertes, que se explica banalmente por la insistencia con que nos obligan a mirarlos, y por el gusto de igualarnos a desiguales superiores, constituye un formidable soporte social de la fuerza que, del otro lado, persigue y criminaliza la solidaridad con los débiles y los justos.

Al mismo tiempo, solidarios con los vencedores, la moral y la política encogen también cada vez más su margen de radiación a causa de la desproporción que existe entre lo que podemos saber y lo que podemos hacer; es decir, entre el orden de la información y el de la intervención. Mientras que nuestro campo de visión es virtualmente ilimitado -están más cerca Australia o Pakistán que nuestra propia cocina-, nuestro campo de intervención no deja de estrecharse, hasta el punto de que al final, sin organización, sin medios, sin proyectos colectivos, el único lugar donde podemos introducir algún efecto es precisamente nuestra propia cocina: tanto más se impone este acurrucamiento en lo privado y lo doméstico cuanto más libremente, sin consecuencias ni huellas, podemos pasearnos, arriba y abajo, a lo largo y a lo ancho, por el mundo exterior.

Solidaridad y sueldo comparten también la misma raíz etimológica. Lo único sólido es el sueldo; y toda una serie de intervenciones históricas -económicas y políticas- contra la compasión y el compromiso activos han acabado por desprender este insólito oxímoron: la solidaridad asalariada. El término mismo -”solidaridad”- se presenta hoy aligerado de toda electricidad ideológica, escuetamente administrativo, y se utiliza para encubrir y reproducir los conflictos de clase, las desigualdades, la fuerza de los fuertes, bajo una institucionalización fraudulenta y monopolista: están los ejércitos “humanitarios”, dotados -estos sí- de medios y poder para la intervención, con sus monstruosos soldados solidarios distribuyendo cadáveres y mantas para cubrirlos; y está el sarampión de las ONGs, filiales postmodernas de los gobiernos dedicadas -salvo excepciones- a “desmoralizar” y “despolitizar” todos los escenarios de pobreza o de violencia; es decir, a despuntar y vaciar de contenido el concepto original de “solidaridad” para convertirlo -a la medida del contrato capitalista- en un intercambio individual entre desiguales. Así es como los occidentales hemos acabado por dejar fuera a todo el resto del mundo: pagamos sueldos a solidarios especializados y nos solidarizamos -no con las víctimas, no- con los solidarios a sueldo (y con sus gobiernos). Más allá de ese círculo virtuoso, sólo hay ya desgraciados y desalmados o, lo que es lo mismo, aterrorizados y terroristas. Y cada vez es más difícil distinguirlos.

http://www.revistateina.com/teina/web/teina20/dos1.htm

El primer presupuesto de la era Obama prevé una gran redistribución de la riqueza

"Unas veces te puedes permitir redecorar tu casa, otras sólo te puedes centrar en reconstruir sus cimientos". Esta es la imagen que ha utilizado el presidente de EE UU, Barack Obama, para explicar la situación de las maltrechas cuentas públicas durante la presentación de sus primeros presupuestos, realizada poco después de las 16.00 hora peninsular. Obama ha asegurado que habrá que tomar decisiones muy "duras" de ahora en adelante. Con el peor panorama económico desde la Gran Depresión, el primer presupuesto de la era Obama prevé una gran redistribución de la riqueza a través de una mayor carga fiscal que permita financiar otros servicios. Los pasos de la nueva Administración irán destinados a reconstruir, desde sectores como la sanidad y la energía, una economía que ofrece un estado lamentable.
Obama pone en marcha un gran plan para salvar la economía

Unas veces te puedes permitir redecorar tu casa, otras sólo te puedes centrar en reconstruir sus cimientos
Obama ha cifrado el déficit de la economía estadounidense para el final del año fiscal, que empezó hace cinco meses, en 1,75 billones de dólares, el más alto desde la II Guerra Mundial. La cifra es un billón más de lo previsto hace un año. Tras las altas deudas que ha dejado George W. Bush, este dato se sitúa por encima de los 1,2 que tenía previstos la Oficina de Presupuestos del Congreso, y representa un 12,3% del Productor Interior Bruto (PIB) de EE UU. Durante su intervención en el Congreso, el presidente ya advirtió que sería "necesario más dinero público" para luchar y superar la crisis.
El objetivo de Obama es el de reducir este déficit hasta 533.000 millones de dólares para el 2013, lo que supone un 3% del PIB estadounidense. Para llegar a esta cifra, Obama ha prometido un recorte del gasto público que podría llegar a los dos billones de dólares. El presidente ha prometido mirar los libros "línea por línea, página por página" para acabar con los gastos públicos excesivos e indeficientes.
Sanidad
El presidente de Estados Unidos utilizará los impuestos de los más ricos para financiar sus ambiciosas reformas, según la información del The New York Times. Estas inversiones son a corto plazo y se harán a través de una redistribución de la riqueza. Incrementará las tasas entre los más ricos con el objetivo de usar esa recaudación para sus planes.
Uno de esos grandes planes es la sanidad, máxima prioridad del Ejecutivo demócrata y de un gran coste. A partir de una nueva política fiscal, el Gobierno de Obama quiere incrementar los ingresos del Estado en unos 318.000 millones de dólares en los próximos 10 años, con lo que se financiará la mitad del fondo de reserva de 634.000 millones de dólares con el que quiere transformar el sistema sanitario.
Gasto militar
Los recortes son tan severos, que el Secretario de Defensa, Richard Gates, ha pedido a los oficiales del Estado Mayor que los hagan públicos. Lo que sí es seguro es que el sistema de defensa antimisiles será el primer perjudicado. Además, el vasto programa de modernización del Ejército sufrirá fuertes recortes. El Gobierno estadounidense espera que el coste de las guerras en Afganistán e Irak ascienda para este año hasta los 140.000 millones de dólares, frente a los 190.000 de 2007, según ha confirmado una fuente de la Administración a la agencia Reuters. Para el 2010, la Casa Blanca prevé tener una partida de 130.000 millones de dólares mientras que los costes anuales para los sucesivos años caerán hasta tan sólo los 50 millones de dólares. En 2011, la Obama tiene previsto retirarse de Irak.
El Congreso ya ha dado el visto bueno a la mitad de ese dinero solicitado por la Administración Obama, pero será necesaria una partida "suplementaria" de unos 75.000 millones de dólares para alcanzar sus objetivos en Afganistán.
Energía
Las nuevas cargas fiscales sobre las empresas más contaminantes permitirán implantar un proyecto de desarrollo de energías renovables como reducir las emisiones de gases, especialmente las de dióxido de carbono. La iniciativa en este sector por parte de Obama tendrá además una consecuencia inmediata: todas las medidas del Ejecutivo para transformar la energía del país se legislarán a no muy tardar este año. El cambio climático entra dentro de la agenda del nuevo presidente y las energías verdes serán su base, tal y como ya ha anunciado en varias ocasiones.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/primer/presupuesto/era/Obama/preve/gran/redistribucion/riqueza/elpepuint/20090226elpepuint_8/Tes

trama 11-S para el trabajo de RRII

http://www.voltairenet.org/article156948.html
http://www.animalweb.cl/n_o_imperial/sept_11/temperatura_en_el_wtc.htm
http://911allthetruth.wordpress.com/2008/11/07/torres-gemelas-fueron-creadas-resistir-impacto-aviones/
http://911research.wtc7.net/planes/analysis/norad/
http://www.guardian.co.uk/world/2002/mar/19/september11.iraq

miércoles, 25 de febrero de 2009

La doctrina Klein: El auge de la polémica del desastre

Johan Norberg

El libro The Shock Doctrine (La doctrina del shock)*, de Naomi Klein, pretende ser una denuncia de la naturaleza despiadada del capitalismo de libre mercado y de su reciente exponente principal, Milton Friedman. Klein sostiene que el capitalismo va de la mano de la dictadura y la brutalidad, y que los dictadores y otras figuras políticas inescrupulosas se aprovechan de los “shocks” —catástrofes reales o fabricadas— para consolidar su poder e instaurar reformas de mercado impopulares. Klein cita como ejemplos de este proceso los casos de Chile durante el gobierno del general Augusto Pinochet, Gran Bretaña con Margaret Thatcher, China durante la crisis de la Plaza de Tiananmen y la actual guerra en Irak.
El análisis de Klein tiene defectos insalvables en casi todos los niveles. Las propias palabras de Friedman revelan que es un defensor de la paz, la democracia y los derechos individuales. Él sostenía que las reformas económicas graduales son, en general, preferibles a las drásticas, y que el público debe contar con toda la información pertinente a fin de prepararse mejor para recibirlas. Además, Friedman condenó las violaciones de derechos humanos que se dieron durante el régimen de Pinochet y se opuso a la guerra en Irak.
Los ejemplos históricos que da Klein también se desmoronan si se los analiza en detalle. Por ejemplo, Klein alega que el objetivo de la represión a la sociedad civil en la Plaza de Tiananmen era suprimir la oposición a las reformas pro-mercado, cuando, en realidad, paralizó la liberalización por años. También afirma que Thatcher usó la Guerra del Atlántico Sur como distracción para aplicar sus impopulares políticas económicas, cuando, en la práctica, esas políticas y sus resultados gozaban de un fuerte apoyo del público.
Sucede lo mismo con las afirmaciones empíricas de carácter más general de Klein. Las encuestas sobre libertad política y económica revelan que los regímenes políticamente menos libres tienden a resistirse a la liberalización del mercado, mientras que los estados con mayor libertad política suelen buscar también la libertad económica.
Introducción
Desde que se publicó, en septiembre pasado, el libro de la canadiense Naomi Klein The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism, ya se ha convertido en la Biblia de los jóvenes activistas anticapitalistas. La obra también fue elogiada por críticos consolidados. Como explica el filósofo John Gray en The Guardian: “Hay muy pocos libros que realmente nos ayudan a entender el presente. La doctrina del shock es uno de ellos”.1 En el New York Times, Joseph Stiglitz, ganador del premio Nobel, escribe que es “una descripción detallada de las intrigas políticas necesarias para imponer políticas económicas desagradables en países que no las aceptan fácilmente”.2 Según los editores de Amazon.com, es uno de los diez mejores libros de no-ficción de 2007.
La tesis de Klein es que la liberalización económica es impopular y, por lo tanto, solo puede triunfar mediante el engaño o la coerción de los votantes. En particular, las ideas de libre mercado se sirven de las crisis. En épocas de desastre natural, guerra o golpe militar, la gente está desorientada y confundida, y lucha por su propia supervivencia o bienestar inmediatos, lo que allana el terreno para que las corporaciones, los políticos y los economistas liberalicen el comercio, lleven a cabo privatizaciones y recorten el gasto público sin enfrentar ninguna oposición. Según Klein, los economistas “neoliberales” recibieron con agrado el huracán Katrina, el tsunami de 2004 en Indonesia, la guerra en Irak y los golpes militares en América del Sur de la década de los setenta ya que fueron oportunidades para borrar las políticas del pasado e introducir modelos radicales de libre mercado. Si las guerras y los desastres no son suficientes para que los ciudadanos entren en estado de shock, los neoliberales, supuestamente, ven con buenos ojos que quienes se oponen a la reforma sean atacados y torturados hasta la sumisión. El principal villano en la historia de Klein es Milton Friedman, el economista de Chicago que hizo más que nadie en el siglo XX por popularizar la economía de libre mercado.
Para demostrar su argumento, Klein exagera las reformas de libre mercado que se instauran en tiempos de crisis, muchas veces, no prestando la debida atención a acontecimientos cruciales y reescribiendo las cronologías. Usa metáforas vagas y distorsiones desbocadas para sostener que los mercados libres son una forma de violencia. Confunde el libertarismo con el corporativismo y el neoconservadurismo y acusa a Milton Friedman de alentar la reforma furtivamente. Para eso, se aboca a una de las distorsiones más malignas de un pensador que se haya registrado en los últimos años. Klein intenta retratar al Dr. Friedman, quien es un hombre afable y amante de la libertad, como un Mr. Hyde insensible y belicista
continuacion...
http://www.elcato.org/node/3602

domingo, 22 de febrero de 2009

«Hoy ya no tengo esos sueños», dice el Cardenal

"Pedro Casaldáliga
tomado de alainet.org

El Cardenal Carlo M. Martini, jesuita, biblista, arzobispo que fue de Milán y colega mío de Parkinson, es un eclesiástico de diálogo, de acogida, de renovación a fondo, tanto de la Iglesia como de la Sociedad. En su libro de confidencias y confesiones Coloquios nocturnos en Jerusalén, declara: «Antes tenía sueños sobre la Iglesia. Soñaba con una Iglesia que recorre su camino en la pobreza y en la humildad, que no depende de los poderes de este mundo; en la cual se extirpara de raíz la desconfianza; que diera espacio a la gente que piensa con más amplitud; que diera ánimos, en especial, a aquellos que se sienten pequeños o pecadores. Soñaba con una Iglesia joven. Hoy ya no tengo más esos sueños». Esta afirmación categórica de Martini no es, no puede ser, una declaración de fracaso, de decepción eclesial, de renuncia a la utopía. Martini continúa soñando nada menos que con el Reino, que es la utopía de las utopías, un sueño del mismo Dios."

Él y millones de personas en la Iglesia soñamos con la «otra Iglesia posible», al servicio del «otro Mundo posible». Y el cardenal Martini es un buen testigo y un buen guía en ese camino alternativo; lo ha demostrado.

Tanto en la Iglesia (en la Iglesia de Jesús que son varias Iglesias) como en la Sociedad (que son varios pueblos, varias culturas, varios procesos históricos) hoy más que nunca debemos radicalizar en la búsqueda de la justicia y de la paz, de la dignidad humana y de la igualdad en la alteridad, del verdadero progreso dentro de la ecología profunda. Y como dice Bobbio «hay que instalar la libertad en el corazón mismo de la igualdad»; hoy con una visión y una acción estrictamente mundiales. Es la otra globalización, la que reivindican nuestros pensadores, nuestros militantes, nuestros mártires, nuestros hambrientos…

La gran crisis económica actual es una crisis global de Humanidad que no se resolverá con ningún tipo de capitalismo, porque no cabe un capitalismo humano; el capitalismo sigue siendo homicida, ecocida, suicida. No hay modo de servir simultáneamente al dios de los bancos y al Dios de la Vida, conjugar la prepotencia y la usura con la convivencia fraterna. La cuestión axial es: ¿Se trata de salvar el Sistema o se trata de salvar a la Humanidad? A grandes crisis, grandes oportunidades. En idioma chino la palabra crisis se desdobla en dos sentidos: crisis como peligro, crisis como oportunidad.

En la campaña electoral de EE UU se enarboló repetidamente «el sueño de Luther King», queriendo actualizar ese sueño; y, con ocasión de los 50 años de la convocatoria del Vaticano II, se ha recordado, con nostalgia, el Pacto de las Catacumbas de la Iglesia sierva y pobre. En el 16 de noviembre de 1965, pocos días antes de la clausura del Concilio, 40 Padres Conciliares celebraron la Eucaristía en las catacumbas romanas de Domitila, y firmaron el Pacto de las Catacumbas. Dom Hélder Câmara, cuyo centenario de nacimiento estamos celebrando este año, era uno de los principales animadores del grupo profético. El Pacto en sus 13 puntos insiste en la pobreza evangélica de la Iglesia, sin títulos honoríficos, sin privilegios y sin ostentaciones mundanas; insiste en la colegialidad y en la corresponsabilidad de la Iglesia como Pueblo de Dios, y en la abertura al mundo y en la acogida fraterna.

Hoy, nosotros, en la convulsa coyuntura actual, profesamos la vigencia de muchos sueños, sociales, políticos, eclesiales, a los que de ningún modo podemos renunciar. Seguimos rechazando el capitalismo neoliberal, el neoimperialismo del dinero y de las armas, una economía de mercado y de consumismo que sepulta en la pobreza y en el hambre a una grande mayoría de la Humanidad. Y seguiremos rechazando toda discriminación por motivos de género, de cultura, de raza. Exigimos la transformación sustancial de los organismos mundiales (ONU, FMI, Banco Mundial, OMC…). Nos comprometemos a vivir una «ecológica profunda e integral», propiciando una política agraria-agrícola alternativa a la política depredadora del latifundio, del monocultivo, del agrotóxico. Participaremos en las transformaciones sociales, políticas y económicas, para una democracia de «alta intensidad».

Como Iglesia queremos vivir, a la luz del Evangelio, la pasión obsesiva de Jesús, el Reino. Queremos ser Iglesia de la opción por los pobres, comunidad ecuménica y macroecuménica también. El Dios en quien creemos, el Abbá de Jesús, no puede ser de ningún modo causa de fundamentalismos, de exclusiones, de inclusiones absorbentes, de orgullo proselitista. Ya basta con hacer de nuestro Dios el único Dios verdadero. «Mi Dios, ¿me deja ver a Dios?».
Con todo respeto por la opinión del Papa Benedicto XVI, el diálogo interreligioso no sólo es posible, es necesario. Haremos de la corresponsabilidad eclesial la expresión legítima de una fe adulta. Exigiremos, corrigiendo siglos de discriminación, la plena igualdad de la mujer en la vida y en los ministerios de la Iglesia. Estimularemos la libertad y el servicio reconocido de nuestros teólogos y teólogas. La Iglesia será una red de comunidades orantes, servidoras, proféticas, testigos de la Buena Nueva: una Buena Nueva de vida, de libertad, de comunión feliz. Una Buena Nueva de misericordia, de acogida, de perdón, de ternura, samaritana a la vera de todos los caminos de la Humanidad. Seguiremos haciendo que se viva en la práctica eclesial la advertencia de Jesús: «No será así entre vosotros» (Mt 21,26). Sea la autoridad servicio. El Vaticano dejará de ser Estado y el Papa no será más Jefe de Estado. La Curia habrá de ser profundamente reformada y las Iglesias locales cultivarán la inculturación del Evangelio y la ministerialidad compartida. La Iglesia se comprometerá, sin miedo, sin evasiones, en las grandes causas de la justicia y de la paz, de los derechos humanos y de la igualdad reconocida de todos los pueblos. Será profecía de anuncio, de denuncia, de consolación. La política vivida por todos los cristianos y cristianas será aquella «expresión más alta del amor fraterno» (Pío XI).

Nos negamos a renunciar a estos sueños aunque puedan parecer quimera. «Todavía cantamos, todavía soñamos». Nos atenemos a la palabra de Jesús: «Fuego he venido a traer a la Tierra; y qué puedo querer sino que arda» (Lc 12,49). Con humildad y coraje, en el seguimiento de Jesús, miraremos de vivir estos sueños en el cada día de nuestras vidas. Seguirá habiendo crisis y la Humanidad, con sus religiones y sus iglesias, seguirá siendo santa y pecadora. Pero no faltarán las campañas universales de solidaridad, los Foros Sociales, las Vías Campesinas, los Movimientos populares, las conquistas de los Sin Tierra, los pactos ecológicos, los caminos alternativos de Nuestra América, las Comunidades Eclesiales de Base, los procesos de reconciliación entre el Shalom y el Salam, las victorias indígenas y afro y, en todo caso, una vez más y siempre «yo me atengo a lo dicho: la Esperanza».

Cada uno y cada una a quien pueda llegar esta circular fraterna, en comunión de fe religiosa o de pasión humana, reciba un abrazo del tamaño de estos sueños. Los viejos aún tenemos visiones, dice la Biblia (Jl 3,1). Leí hace unos días esta definición: «La vejez es una especie de posguerra»; no necesariamente de claudicación. El Parkinson es sólo un percance del camino y seguimos Reino adentro.

Pedro Casaldáliga
http://alainet.org/active/29087

lunes, 16 de febrero de 2009

Otro artículo sobre las limitaciones de impedir la posibilidad de presentarse a la reelección!!!

Otro artículo sobre lo mismo, en este caso del New York Times, referido al alcalde de la ciudad de Nueva York.

Editorial del New York Times del 30/9/08 criticando "Las limitaciones del límite a la re-postulación"

http://www.nytimes.com/2008/10/01/opinion/01wed2.html

New York Times

30 de September, 2008

Las limitaciones del límite a la re-postulación

La base fundacional de la democracia norteamericana es el derecho que tiene el votante de poder elegir. Aunque bien intencionado, la ley que tiene New York limitando los periodos electorales limita severamente este derecho. La ley es especialmente desagradable ahora porque está estructurada de una forma que negaría a la población de New York – en un momento de gran estrés para la economía de la ciudad – el derecho de decidir por ellos mismos si un alcalde eficaz y popular debe de seguir.
Por este motivo, y también para poder extender sus propias carreras, la mayoría de los miembros del Consejo de la Ciudad están pensando en cambiar la ley de la ciudad con una enmienda para permitir a los funcionarios públicos electos poder seguir postulándose durante tres mandatos consecutivos en vez de dos. Esto permitiría al Alcalde Michael Bloomberg lanzarse como candidato otra vez en el 2009 y podría prolongar el servicio de miembros del Consejo de la Ciudad y otros servidores públicos. El Sr. Bloomberg, que se espera va a anunciar el jueves la posibilidad de su re lanzamiento por una tercera vez, si se puede, le gusta mucho la idea.
A nosotros también. Pero nosotros iríamos aun más allá y pediríamos al Consejo de la Ciudad eliminar por completo los límites para la re-postulación – no para servir a un político en particular, pero si al servicio de la causa mayor: la democracia.
A mucha gente no le gusta que los políticos hagan cambios a una ley que había sido aprobada dos veces a través del voto popular – en 1993 y 1996. Nosotros tampoco nos gusta la idea, y hemos tomado la posición anteriormente que cualquier cambio debe de ser decidido por los votantes. Pero ahora hemos concluido que cambiando la ley a través del mismo Consejo de la Ciudad seria menos incómodo que si se dejase la ley tal y como esta. Esta dentro del derecho del Consejo, un cuerpo electo, el poder hacer el cambio.
Limitar la re-postulación es una cosa seductora, ofreciéndonos la promesa de un relevo para la no re-elección de políticos mediocres y de grupos electos que no pueden solucionar problemas. Pero también es profundamente anti-democrático, negando arbitrariamente al votante la capacidad de escoger entre políticos buenos y malos, especialmente en una ciudad como New York, que tiene un sistema público fuerte para el financiamiento de campañas electorales, mientras que automáticamente se saca de sus cargos a servidores públicos que han alcanzado los momentos de mayor productividad en sus gestiones.
Los miembros del Consejo de la Ciudad quienes quieren cambiar la ley no están solos. Una encuesta en el New York Times del mes pasado descubrió que por lo menos un par de docena de gobiernos locales están sufriendo una especie de arrepentimiento en haber aprobado leyes que limitan la re-postulación, la mayoría en los años 1990. Una queja que se escucha mucho es que esta limitante obliga a que los políticos se enfoquen en proyectos de menor impacto y del corto plazo en vez de ideas visionarias. La entrada y salida constante de políticos también minimiza la posibilidad de trasparencia en instituciones gubernamentales como el Consejo de la Ciudad.
La mayoría de lugares que están intentando flexibilizar sus leyes limitando la re-postulación van a intentar hacerlo a través del voto, con varios referendos pautados para noviembre. Hay la posibilidad de que un voto sobre el tema podría ser convocado al inicio del año que viene para coincidir con las elecciones especiales para el Consejo de la Ciudad. Pero elecciones de este tipo no llaman mucha la atención a la población votante. Al final, una decisión por parte del Consejo de la Ciudad es probablemente la forma más democrática de solucionar el problema.
Vale la pena repetir: Esta es una regla que tiene que ser abolida. Si los votantes no les gustan los resultados, pueden dejar claro su posición en las próximas elecciones.

leet.patrick@gmail.com

Sobre posibilidades de líderes de gobierno de presentarse a la reelección!!!

Artículo de un neoliberal español en contra de limitar la posibilidad de presentarse a la reelección del presidente... Uribe en Colombia, aunque para ello haya que modificar la Constitución del Estado.
Relacionado, obviamente, con toda la polémica levantada en torno al caso venezolano.

¿Limitar los mandatos? No, gracias

By elcato_manager

Created 2004-01-30 00:41

Por Lorenzo Bernaldo de Quirós

Lorenzo Bernaldo de Quirós es presidente de Freemarket International Consulting en Madrid, España, y académico asociado del Cato Institute.

En Colombia se ha abierto un debate sobre la conveniencia o no de permitir la reelección del presidente Uribe, lo que implicaría la reforma de la constitución de ese país. La polémica sobre la limitación o no de los mandatos presidenciales es tan antigua como la propia democracia y se ha planteado de manera recurrente, si bien con distinta intensidad y en diferentes momentos, en la mayoría de los países democráticos. A simple vista, los argumentos a favor de impedir a los políticos ser reelegidos gozan de una considerable solidez y tendrían un claro aroma liberal. Sin embargo, esas medidas restrictivas suponen también una injerencia en el funcionamiento del mercado—en este caso del político—y como sucede casi siempre en estos casos, los efectos suelen ser opuestos a los esperados por quienes las defienden.
De entrada, la limitación de mandatos priva a los ciudadanos de elegir a los representantes que ellos desean y que están dispuestos a servirles. Este enfoque es similar a los formulados para defender la intervención estatal en otros mercados, ya que supone asumir que el electorado-consumidor necesita ser protegido de sí mismo, tiende a comportarse de manera irracional y no sabe velar por sus propios intereses. Tal vez ese planteamiento tenga algo de verdad pero si se acepta como principio general y se lleva a sus últimas consecuencias lógicas, todos los argumentos a favor de la democracia se vienen abajo y pierden su consistencia. Quizá por eso, uno de los textos clásicos de la filosofía liberal, El Federalista, en su sabia y acertada obsesión por introducir "checks and balances" para evitar el abuso de poder por parte de los poderes públicos, nunca apoyó la introducción de ese tipo de restricciones.
Por otra parte, la imposibilidad legal de ser reelegido genera o puede generar incentivos perversos. Si esa opción se elimina, desaparece con ella uno de los mecanismos disciplinantes más poderosos que existen: la capacidad de premiar o de castigar la gestión de los gobiernos. En este caso, los políticos se ven menos presionados para satisfacer los deseos de los electores, y su propensión a manejar mal los asuntos públicos y a utilizar el poder en su beneficio o en el de su clientela, crece de manera exponencial. En un conocido trabajo, Robert J. Barro mostraba que los estados norteamericanos en los cuales existen límites a las veces que un gobernador puede ser elegido tenían como media peores resultados económicos que aquellos en los cuales no estaba vigente una prohibición de esa naturaleza. De hecho, el crecimiento de su renta per cápita entre 1960 y 1990 fue sensiblemente inferior en los primeros que en los segundos.
Un argumento en pro de las limitaciones es que los políticos/gobernantes instalados gozan de injustas ventajas en las elecciones—las proporcionadas por el control del poder—que suponen verdaderas barreras de entrada a los nuevos competidores. En concreto, quien se encuentra en el cargo tendría un acceso teórico más fácil a fondos para sus campañas, a los medios de comunicación, etc. Además de ser esta una hipótesis cuestionable, y no avalada por la evidencia empírica, su base es semejante a la utilizada con frecuencia por los poderes públicos para justificar la regulación en nombre de la concurrencia, y es igualmente falaz. Con todas sus imperfecciones, el mercado político está abierto a la competencia real y potencial y, además, la posición dominante de quienes operan en él es temporal, está sometida al control y a la voluntad de los votantes. De lo contrario, nadie sería jamás desalojado del poder por las urnas.
Lejos de ser un obstáculo a la renovación de la clase dirigente, la posibilidad de ser reelegido puede impulsarla, y su prohibición frenarla. Sin ella, movimientos nuevos que en un momento determinado ganan unas elecciones y obtienen un amplio respaldo de la opinión no disponen del tiempo necesario para consolidarse como partidos estables y, por tanto, para convertirse en motores de regeneración democrática y en cauces sólidos de representación. Este es uno de los males crónicos de una buena parte de los países iberoamericanos, una fuente de ineficiencia y una causa de su incapacidad para construir partidos fuertes y modernos sin los cuales el sistema democrático no funciona. En este contexto, la prohibición de la reelección se traduce en el fortalecimiento de un status quo cada vez más alejado de la realidad, de unas fuerzas políticas que no representan corrientes profundas del país y de un divorcio entre la sociedad política y la sociedad civil.
En el caso de Colombia se unen esos elementos y uno más para justificar un cambio constitucional favorable a la reelección. A comienzos del siglo XXI, en un mundo sometido a un vertiginoso proceso de transformación las instituciones representativas han de adaptarse a los tiempos para cumplir con eficacia su tarea. Un mandato de cuatro años e irrepetible por vida constituye un derroche de recursos y de capital humano absurdo. Si un presidente lo hace mal, el pueblo tiene la capacidad de echarle. Por tanto, la institucionalidad no corre peligro alguno de verse debilitada. Desde esta perspectiva, permitir, al menos, dos mandatos presidenciales como en EE.UU. no implica amenaza alguna y es un tiempo suficiente para realizar una labor de gobierno.
Source_URL:http://www.elcato.org/publicaciones/articulos/art-2004-01-30.html

sábado, 14 de febrero de 2009

Los aliados de Estados Unidos y del Reino Unido expolian las riquezas del Congo mientras mueren millones de personas

"Una vez más, el sufrimiento de los africanos atrapados en una guerra sin apenas sentido para quienes no lo somos ha llegado a las portadas de los medios de comunicación occidentales, cuando la reanudación de la lucha en la zona oriental del Congo desplazó la semana pasada a más de un millón de personas [1]. La mayoría de los estadounidenses, que no prestan gran atención a los detalles de la historia ni a la política africanas, acaban de de enterarse del desastre humanitario en el Congo, como si la guerra por el control del África central, que lleva un cuarto de siglo activa, apenas hubiera comenzado ayer."
Para leer el text completo...

miércoles, 11 de febrero de 2009

Rescates Financieros Para Incompetentes

"REPORTAJE: Laboratorio de ideas

PAUL KRUGMAN 08/02/2009

Tomado del elpais.com

Pregunta: ¿qué pasa si pierdes cantidades ingentes de dinero de otras personas? Respuesta: recibes un gran regalo del Gobierno federal (pero el presidente dice cosas muy duras sobre ti antes de soltar la pasta).

Parece que la crisis apenas ha hecho mella en la cultura del exceso de Wall Street
¿Estoy siendo injusto? Eso espero. Pero, ahora mismo, da la impresión de que eso es lo que está pasando."


Para dejar las cosas claras diré que no me estoy refiriendo al plan de la Administración de Barack Obama de estimular el empleo y la producción mediante un gran aumento del gasto federal durante algún tiempo, que es exactamente lo que hay que hacer.
De lo que estoy hablando es de los planes de la Administración para rescatar el sistema bancario, planes que están tomando la forma de un ejercicio clásico de socialismo amargo: los contribuyentes pagan la factura si las cosas salen mal, pero los accionistas y los ejecutivos reciben los beneficios si las cosas salen bien.
Cuando leo los últimos comentarios sobre política financiera de algunos altos funcionarios de la Administración de Obama, me siento como si el tiempo se hubiera detenido, como si todavía estuviésemos en 2005, Alan Greenspan aún fuese el maestro y los banqueros todavía fuesen los héroes del capitalismo."Tenemos un sistema financiero controlado por accionistas privados y administrado por instituciones privadas, y nos gustaría hacer todo lo posible para preservarlo", dice Timothy Geithner, el secretario del Tesoro, mientras se prepara para hacer que los contribuyentes carguen con el mochuelo de las inmensas pérdidas de ese sistema.
Mientras tanto, un artículo del Washington Post que cita fuentes gubernamentales afirma que Geithner y Lawrence Summers, el principal asesor económico del presidente Obama, "creen que los Gobiernos son malos gerentes bancarios" (a diferencia, se supone, de los genios del sector privado, que se las han arreglado para perder más de un billón de euros en unos cuantos años).
Y este prejuicio a favor del control privado, incluso cuando es el Gobierno quien está poniendo todo el dinero, parece estar pervirtiendo la respuesta de la Administración a la crisis financiera.Ahora bien, hay que hacer algo para apuntalar el sistema financiero.
El caos posterior a la quiebra de Lehman Brothers ha demostrado que permitir que las principales instituciones financieras se hundan puede ser muy perjudicial para la salud de la economía. Y hay varias instituciones importantes que están peligrosamente cerca del abismo.De modo que los bancos necesitan más capital.
En épocas normales, los bancos amplían su capital vendiendo acciones a inversores privados, quienes a cambio reciben una participación en la propiedad del banco. Por tanto, se podría pensar que si ahora los bancos no pueden o no quieren ampliar lo suficiente su capital mediante inversores privados, el Gobierno debería hacer lo que haría un inversor privado: aportar capital a cambio de una parte de la propiedad.
Pero hoy en día las acciones de los bancos valen tan poco -Citigroup y Bank of America tienen un valor de mercado combinado de sólo 40.560 millones de euros-, que la propiedad no sería parcial: inyectar el dinero de los contribuyentes necesario para que los bancos fuesen solventes los convertiría, a efectos prácticos, en empresas de propiedad pública.
Mi respuesta a esta perspectiva es: ¿y? Si los contribuyentes están corriendo con los gastos del rescate de los bancos, ¿por qué no deberían obtener la propiedad, al menos hasta que aparezcan compradores privados? Pero la Administración de Obama parece estar partiéndose la cabeza para evitar este desenlace.Si las noticias son ciertas, el plan de rescate bancario constará de dos elementos principales: la compra por parte del Gobierno de algunos activos bancarios con problemas y garantías frente a pérdidas causadas por otros activos.
Las garantías representarían un gran regalo para los accionistas de los bancos; las compras tal vez no, si el precio fuera justo, pero, según información del Financial Times, los precios probablemente estarían basados en modelos de tasación en lugar de en precios de mercado, lo que significa que el Gobierno les estaría haciendo un gran regalo también con esto.
Y, a cambio de lo que probablemente sea una gigantesca subvención para los accionistas, los contribuyentes obtendrán... Bueno, nada.¿Habrá al menos límites en la remuneración de los ejecutivos, a fin de evitar más timos como los que han enfurecido a la opinión pública? El presidente Obama ha criticado las bonificaciones de Wall Street en su último discurso semanal, pero según The Washington Post, "es probable que la Administración se abstenga de imponer restricciones más duras a las indemnizaciones de los ejecutivos de la mayoría de las empresas que reciban ayuda gubernamental" porque "los límites muy estrictos podrían disuadir a algunas de solicitar la ayuda".
Esto indica que las palabras duras de Obama son sólo para aparentar.Mientras tanto, parece que la crisis apenas ha hecho mella en la cultura del exceso de Wall Street. "Digamos que soy un banquero y que he generado 23 millones de euros. Yo debería recibir parte de ese dinero", comentaba un banquero a The New York Times. ¿Y si eres un banquero y has destruido 23.000 millones? ¡El Tío Sam acude al rescate!Lo que aquí está en juego es algo más que la imparcialidad, aunque ésta también cuente.
Salvar la economía va a ser muy caro: es probable que ese plan de estímulo económico de 800.00 millones de dólares sea sólo un anticipo, y que rescatar el sistema financiero, incluso si se hace bien, cueste cientos de miles de millones. No podemos permitirnos el lujo de despilfarrar el dinero regalándolo como si creciese en los árboles a los bancos y a sus ejecutivos sólo para mantener la ilusión de que son propiedad privada.
Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de Economía en 2008. Traducción de News Clips. © New York Times News Service, 2009.

lunes, 9 de febrero de 2009

Cómo transformar la economía mundial: soluciones para un mundo sostenible

" Susan George -19 enero 2009

La actual crisis financiera ofrece la oportunidad idónea para poner en marcha reformas fiscales que financiarían la conversión hacia una industria respetuosa con el medio ambiente: un keynesianismo ecológico que sacaría al mundo de la catástrofe económica y el caos social, y pondría bajo control al desbocado sistema financiero mundial.
Por Susan George

sábado, 7 de febrero de 2009

¿Móvil nuevo y gratis? ¡No, gracias!

Wenas,

os adjunto uno de los articulillos que nos han enviado del pasado foro social de madrid 2009, hay más archivos como el de huella ecológica y una presentación power point pero como pesan muxo pues no los he adjuntado, quien los quiera que envie un emilio y se lo reenvio!!!

talego

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¿Móvil nuevo y gratis?
¡No, gracias!


Probablemente te hayas sentido bombardeado
por la publicidad de teléfonos
móviles cada vez más nuevos, más pequeños
y con más funciones que seguramente
nunca utilizarás. ¿Has podido resistir?
En este escrito te ofrecemos algunas
informaciones que a menudo no tenemos
en cuenta en nuestras decisiones de consumo.
Están centradas en la microelectrónica
como producto, a pesar de que
muchas de ellas son generalizables a otros
productos. Esperamos que nos ayuden a
caminar hacia un consumo más responsable.
¿Cuál es el coste de un móvil? Los
orígenes materiales del móvil
Un teléfono móvil estándar pesa unos
100 gramos (batería aparte) y está compuesto
por un 40-60% de plásticos, un 20-
40% de metales, y sobre un 20% de materiales.
Su estructura es compleja y
contiene entre 500 y 1000 componentes
distintos, todos ellos de composición variada.
Entre los compuestos mayoritarios,
son destacables las proporciones de cobre
(10-20%), de hierro (2-10%) y de aluminio
(hasta un 10%) Entre los compuestos
minoritarios, es destacable la presencia de
elementos como el antimonio (como retardante
de llama), tantalio (en la composición
de condensadores), berilio, níquel,
cromo, plomo, cadmio, mercurio, arsénico,
oro o plata, y de compuestos como
PVCs o retardantes de llama bromados1.
La extracción y procesamiento de estas
substancias implica un movimiento
total de materiales, lo que se conoce como
“mochila ecológica”, que se puede estimar
en un mínimo de 75 kg. por teléfono
móvil. Esta cantidad de material de
desperdicio se genera principalmente en
la extracción de los metales escasos y de
minería difícil, que forman parte del teléfono
móvil.
Por otra parte, se estima que entre el
40% y el 65 % de la energía consumida
en el ciclo de vida de un teléfono móvil
(sin tener en cuenta los costes energéticos
de la estructura de comunicaciones) se
consume en la fabricación y transporte
del dispositivo. También dominan en dicha
fabricación y transporte del móvil los
indicadores correspondientes a la destrucción
de la capa de ozono y el potencial
de toxicidad humana.
Por último, hay que tener presente que
algunas substancias utilizadas son recursos
caros y escasos, motivo por el cual están
relacionadas con diferentes problemáticas
y abusos tanto sociales como
ambientales. Ejemplos paradigmáticos de
ello son la obtención de tantalio y la extracción
de oro o petróleo.
A pesar de que los principales exportadores
de tantalio son Australia y
Canadá, una parte significativa de éste se
obtiene en el centro de África, donde se
extrae de minerales conocidos por el
nombre de coltán. Su explotación en esta
región se asocia a la financiación de las
guerras existentes entre Rwanda,
Burundi, Uganda y la República Democrática
del Congo, y a la destrucción de
los entornos protegidos del Kahuzi Biega
Nacional Park, en donde vive el gorila de
montaña.
La minería de oro se encuentra extendida
por distintas zonas del mundo, y su
extracción a menudo implica la utilización
de compuestos de elevada toxicidad,
como el mercurio o el cianuro. Sin las
medidas de control adecuadas, las emisiones
atmosféricas de mercurio y los
cauces de aguas residuales con cianuro,
son demasiado frecuentes; no hay más
que recordar, por ejemplo, el desastre de
Baia Mare en el año 2000 o la situación
de los garimpeiros en la Amazonia brasileña.
En cuanto al petróleo, los accidentes
de petroleros, las guerras del golfo
Pérsico o la deforestación y la expulsión
de los nativos en la Amazonia ecuatoriana,
son conflictos bien conocidos.
¿Debemos cambiarlo? La creación
de necesidades como estrategia
En marzo del 2006, las líneas de móviles
(y, por lo tanto, el número de teléfonos
móviles en circulación) se situaban,
en España, en 44,3 millones, superando el
propio número de habitantes (44,1 millones).
Este fenómeno se repite en otros países
de nuestro entorno. Para el año 2006,
las estimaciones de ventas de móviles en
España se sitúan alrededor de los 19,1 millones
de unidades. De éstas, la mayoría
substituirán a otros teléfonos perfectamente
funcionales. Se estima que el 80%
de las compras de móviles son renovaciones.
A nivel mundial, los clientes del móvil
suman 2,4 miles de millones, y han aumentado
en 120 millones, en el segundo
trimestre del 2006.
Mientras la vida útil de un móvil (batería
excluida) se estima en unos diez
años, el tiempo medio de utilización se estima
entre los 18 y los 30 meses.
Este proceso, por el cual el producto
deja de ser deseable con el paso del tiempo
aunque su funcionalidad no haya cambiado
y sus capacidades sigan intactas,
recibe el nombre de obsolescencia. Se habla
de obsolescencia técnica para indicar
que las prestaciones del dispositivo ya
han sido superadas; de obsolescencia funcional,
para referirse a la aparición de
nuevas funcionalidades no soportadas por
el dispositivo obsoleto; y de obsolescencia
psicológica, cuando el producto deja
de ser deseable debido a cambios en la
moda y en los estilos sociales propiciados
y estimulados por el marketing y la publicidad.
A pesar de que una parte de esta obsolescencia
y renovación excesivas es
atribuible a los usuarios finales, cabe destacar
algunas prácticas comerciales que
favorecen este consumo desmesurado.
Una primera vía es la presión publicitaria,
combinada con los cambios estéticos,
el desarrollo de modas y la introducción
gradual y continua de nuevas
funcionalidades a un ritmo que responde
más a intereses de marketing que a limitaciones
técnicas.
Una segunda práctica que propicia el
cambio de teléfonos es su bajo coste económico
para el consumidor. El hecho de
que los aparatos estén altamente subvencionados
–ya sea a través de regalos o rebajas
en programas de fidelización, de reembolso
del coste en llamadas u ofertas
en la formalización de los nuevos contratos–
hace que el ciudadano tenga dificultades
para percibir los costes materiales,
sociales y ambientales de su consumo.
Una tercera dificultad con que se enfrenta
el consumidor responsable es el anclaje
de los aparatos en las distintas compañías
de telefonía, de forma que el
cambio de compañía de servicio suele
implicar cambiar el equipo electrónico.
Por último, dificultan también la reutilización
de los equipos electrónicos el
relativo elevado coste de compra de componentes
como transformadores o baterías,
la baja compatibilidad de los componentes
entre los distintos teléfonos (¿por
qué deben ser distintos todos los cargadores?)
y la imposibilidad de actualizar
los programarios para adaptar los equipos
a nuevas funcionalidades.
¿Y el otro? El problema de los
residuos electrónicos
Se estima que, entre Estados y
Europa, se tiran anualmente 235 millones
de móviles. De éstos, son reciclados menos
de un 10%. Con lo cual se incrementa
el inmenso problema de los residuos
electrónicos.
Se estima que en el mundo se producen
anualmente entre 20 y 50 millones de
toneladas de residuos eléctricos y electrónicos.
Estos residuos presentan dos características
que los convierten en claramente
preocupantes: su volumen y su
toxicidad.
Los residuos electrónicos suponen, en
la Unión Europea, 14 kg. por persona y
año, o un total de 6,5 millones de toneladas
anuales. Esta partida de material de
desperdicio es la de mayor crecimiento,
estimándose en un 8% anual.
La toxicidad de los residuos electrónicos
es el principal problema de cara a
su destino final. Si se llevan a un vertedor,
pueden liberar metales pesados y
otros compuestos tóxicos en los cauces
fluviales y en las aguas subterráneas. Si
se incineran, la presencia de PVC, compuestos
aromáticos policromados y metales
volátiles, puede provocar la emisión,
en la atmósfera, de tóxicos
altamente peligrosos.
El reciclaje, por otro lado, es difícil
y costoso, dada la complejidad y elevada
compactación de los dispositivos
electrónicos, en general, y de los teléfonos
móviles en particular. Apesar de que
existen procesos capaces de reciclar
hasta 17 metales distintos de los residuos
de la telefonía móvil, el coste económico
resulta mucho menor transportándolos
a los países pobres para su
revaloración.
De este modo, una parte importante
de estos residuos son enviados a países
pobres para su reutilización, reparación,
reciclaje o simplemente vertido. Se estima
que alrededor de la mitad de los
materiales enviados para su reparación
o reutilización acaban vertiéndose, ya
que su aprovechamiento no resulta posible
ni rentable. Se han localizado vertedores
de residuos electrónicos provenientes
de Europa, de Estados Unidos o
de Japón, en lugares tan dispares como
Guiyu (China), Karachi (Paquistán) y
Lagos (Nigeria).
Además de los vertidos, en algunos
de estos lugares se llevan a cabo prácticas
de reutilización de metales de elevado
riesgo para la salud y el medio ambiente,
sin las mínimas medidas de control
y de seguridad. Y así, algunos
residuos son quemados para la recuperación
del plomo, hierro, cobre u otros metales;
otros son tratados con soluciones
ácidas para la recuperación del oro, o simplemente
rotos para la recuperación del
cobre; en todos los casos, esto facilita la
liberación de más tóxicos en el ambiente.
Diferentes análisis, en las regiones
donde se llevan a cabo estas prácticas de
reciclaje, han dado resultados, en agua y
en suelo, con concentraciones más de 100
veces más elevadas que los valores recomendados
por agencias internacionales y
gubernamentales tales como la Organización
Mundial de la Salud o la EPA estadounidense.
Reflexión final
El mejor camino para el mantenimiento
de nuestro mundo es reducir nuestro
consumo y apoyar prácticas de consumo
y utilización responsable de los
recursos disponibles. Esperemos que las
ideas aquí recogidas en forma breve, no
sólo nos hagan pensar dos veces nuestro
cambio de móvil, sino también todo cuanto
esté relacionado con nuestro consumo
(independientemente del coste económico
inmediato para nuestros bolsillos).

Jordi Cuadros, Albert Florensa,
Joaquim Menacho
Miembros de Cristianisme i Justícia
Institut Químic de Sarrià,
Universitat Ramon LLull

"Necesitamos una alianza entre el Estado y el mercado"

"Entrevista a Amartya Sen, Premio Nobel de Economía 1998, economista y filósofo
J. P. VELÁZQUEZ-GAZTELU - Madrid - 07/02/2009

Tomado de www.elpais.com

Nació en un campus universitario y su vida ha sido un ir y venir de universidad en universidad. Recibió sus primeras lecciones en Visva-Bharati, una escuela y universidad fundada por el filósofo y escritor Rabindranath Tagore en la que su abuelo materno enseñaba historia de India. El propio Tagore ayudó a elegir su nombre de pila, que significa inmortal en sánscrito. Testigo de la hambruna de 1943 en su Estado natal de Bengala Occidental (India) cuando sólo tenía 10 años, Amartya Sen ha dedicado la mayor parte de su vida a comprender, medir y combatir la pobreza. La justicia es la piedra angular de su pensamiento, que combina la economía con la filosofía. Experto también en políticas de desarrollo y globalización, contribuyó a crear el Índice de Desarrollo Humano que publica Naciones Unidas y que mide el bienestar de las naciones no por su producto interior bruto, sino por otras variables económicas y sociales. En 1998 recibió el premio Nobel de Economía por sus investigaciones sobre el bienestar económico."

Conferencia de Seguridad en Munich


http://www.securityconference.de/konferenzen/2009/index.php?menu_2009=&menu_konferenzen=&

CEAR - En contra de la reforma legal que se está tramitando en el Parlamento contra el derecho de asilo

http://www.cear.es/files/manifiesto%20en%20defensa%20del%20derecho%20de%20asilo.pdf

martes, 3 de febrero de 2009

Jefazo

"El libro del que hablaba en clases se llama "Jefazo" de Martin Sivak, una especie de diario de Evo Morales durante la campaña presidencial y los primeros dias de ser presidente, totalmente recomendable... reafirma (no se cuanto mas) el orgullo como boliviana de tenerlo como presidente!"

Aqui un link a una entrevista a Sivak presentando su libro :

http://www.cuentomilibro.com/entrevista.asp?id=31

Declaración de la Asamblea de los movimientos sociales, FSM 2009 ­ Belém

Declaración de la Asamblea de los movimientos sociales, FSM 2009 ­ Belém

NO VAMOS A PAGAR POR LA CRISIS, QUE LA PAGUEN LOS RICOS

Para hacer frente a la crisis son necesarias alternativas anticapitalistas, antiracistas, anti-imperialistas, feministas, ecológicas y socialistas

Los movimientos sociales del mundo nos hemos reunido con ocasión de la celebración del 9º FSM en Belém, en la Amazonia donde los pueblos resisten a la usurpación de la naturaleza, sus territorios y su cultura.

Estamos en América Latina donde en las últimas décadas se ha dado el reencuentro entre los movimientos sociales y los movimientos indígenas que desde su cosmovisión cuestionan radicalmente el sistema capitalista; y en los últimos años ha conocido luchas sociales muy radicales que condujeron al derrocamiento de gobiernos neoliberales y el surgimiento de gobiernos que han llevado a cabo reformas positivas como la nacionalización de sectores vitales de la economia y reformas constitucionales democráticas.

En este contexto, los movimientos sociales de America latina han actuado de forma acertada: apoyar las medidas positivas que adoptan estos gobiernos, manteniendo su independencia y su capacidad de crítica en relación a ellos. Esas experiencias nos ayudarán a reforzar la firme resistencia de los pueblos contra la política de los gobiernos, de las grandes empresas y los banqueros que están descargando los efectos de esta crisis sobre las espaldas de las y los oprimidos.


En la actualidad los movimientos sociales a escala planetaria afrontamos un desafió de alcance histórico. La crisis capitalista internacional que impacta a la humanidad se expresa en varios planos : es una crisis alimentaría, financiera, económica, climática, energética, migratoria..., de civilización, que viene a la par de la crisis del orden y las estructuras políticas internacionales.

Estamos ante una crisis global provocada por el capitalismo que no tiene salida dentro de este sistema. Todas las medidas adoptadas para salir de la crisis sólo buscan socializar las pérdidas para asegurar la supervivencia de un sistema basado en la privatización de sectores estratégicos de la economía, de los servicios públicos, de los recursos naturales y energéticos, la mercantilización de la vida y la explotación del trabajo y de la naturaleza, así como la transferencia de recursos de la periferia al centro y de los trabajadores y trabajadoras a la clase capitalista.

Este sistema se rige por la explotación, la competencia exarcebada, la promoción del interés privado individual en detrimento del colectivo y la acumulación frenética de riqueza por un puñado de acaudalados. Genera guerras sangrientas, alimenta la xenofobia, el racismo y los extremismos religiosos; agudiza la opresión de las mujeres e incrementa la criminalización de los movimientos sociales. En el cuadro de estas crisis, los derechos de los pueblos son sistemáticamente negados.

La salvaje agresión del gobierno israelí contra el pueblo palestino, violando el derecho internacional, constituye un crimen de guerra, un crimen contra la humanidad y un símbolo de esta negación que también sufren otros pueblos del mundo.

Para hacer frente a esta crisis es necesario ir a la raíz de los problemas y avanzar los más rápidamente posible hacia la construcción de una alternativa radical que erradique el sistema capitalista y la dominación patriarcal.

Es necesario construir una sociedad basada en la satisfacción de las necesidades sociales y el respeto de los derechos de la naturaleza, asi como en la participación popular en un contexto de plenas libertades políticas. Es necesario garantizar la vigencia de todos los tratados internacionales sobre los derechos civiles, políticos, sociales y culturales (individuales y colectivos), que son indivisibles.

En este camino tenemos que luchar, impulsando la más amplia movilización popular, por una serie de medidas urgentes como:

- La nacionalización de la banca sin indemnización y bajo control social

- Reducción del tiempo de trabajo sin reducción del salario

- Medidas para garantizar la soberanía alimentaria y enérgetica

- Poner fin a las guerras, retirar las tropas de ocupación y desmantelar las bases militares extranjeras

- Reconocer la soberanía y autonomía de los pueblos, garantizando el derecho a la autodeterminación

- Garantizar el derecho a la tierra, territorio, trabajo, educación y salud para todas y todos

- Democratizar los medios de comunicación y de conocimiento

El proceso de emancipación social que persigue el proyecto ecologista, socialista y feminista del siglo 21 aspira a liberar a la sociedad de la dominación que ejercen los capitalistas sobre los grandes medios de producción, comunicación y servicios, apoyando formas de propiedad de interés social: pequeña propiedad territorial familiar, propiedad pública, propiedad cooperativa, propiedad comunal y colectivaŠ

Esta alternativa debe ser feminista porque resulta imposible construir una sociedad basada en la justicia social y la igualdad de derechos si la mitad de la humanidad es oprimida y explotada.

Por último, nos comprometemos a enriquecer el proceso de la construcción de la sociedad basada en el ³buen vivir² reconociendo el protagonismo y la aportación de los pueblos indígenas.

Los movimientos sociales estamos ante una ocasión histórica para desarrollar iniciativas de emancipación a escala internacional. Sólo la lucha social de masas puede sacar al pueblo de la crisis. Para impulsarla es necesario desarrollar un trabajo de base de concienciación y movilización.

El desafió para los movimientos sociales es lograr la convergencia de las movilizaciones globales a escala planetaria y reforzar nuestra capacidad de acción favoreciendo la convergencia de todos los movimientos que buscan resistir todas las formas de opresión y explotación.

Para ello nos comprometemos a:

* Desarrollar una semana de acción global contra el capitalismo y la guerra del 28 de marzo al 4 de abril 2009:

* Movilización contra el G-20 el 28 de marzo;

* Movilización contra la guerra y la crisis el 30 de marzo;

* Día de solidaridad con el pueblo palestino impulsando el boicot, las desinversiones y sanciones contra Israel, el 30 de marzo;

* Movilización contra la OTAN en su 60 aniversario 4 de abril;

etc.

* Fortalecer las movilizaciones que desarrollamos anualmente:

- 8 de marzo: Día internacional de la Mujer

- 17 de abril: Día Internacional por la Soberanía Alimentaria

- 1 de Mayo: Día Internacional de los trabajadores y trabajadoras

- 12 de octubre: Movilización Global de lucha por la Madre Tierra contra la colonización y la mercantilización de la Vida

* Impulsar las agendas de resistencia contra la cumbre del G-8 en Cerdeña, la cumbre climática en Copenhaguer, la cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago...

Respondamos a la crisis con soluciones radicales e iniciativas imancipatorias.

Esta vergonzosa impunidad debe terminar. Los movimientos sociales reafirman aquí su activo sostén a la lucha del pueblo palestino así como todas las acciones de los pueblos del mundo contra la opresión.

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Minga Informativa de Movimientos Sociales

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"Sean siempre capaces de sentir en lo más hondo

cualquier injusticia cometida contra cualquiera

en cualquier parte del mundo.

Es la cualidad más linda de un revolucionario".

Cmdte Ernesto Che Guevara